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Dando la lata

¿Setas o Rolex?

El premio de la primitiva y la independencia catalana

Dos amigos caminan por el monte cuando, de repente, uno de ellos exclama, señalando al suelo: "¡Mira, un Rolex!", a lo que el otro responde: "Pero vamos a ver, a qué hemos salido, ¿a setas o a Rolex?"

Pues eso, que a setas o a Rolex, que si Cataluña está en plan de independizarse de España, ¿cómo es posible que toque en Barcelona el megaultrasuper premio de la primitiva? Cien millonazos de euros, nada menos, y van a caer en territorio comanche. Si es que somos tontos. Y, sí, claro, mucha independencia, mucha barretina, mucha sardana, mucho espetec, mucho castellet y mucha diada, pero los cien kilos españoles, a la buchaca. Porque siendo un poquito consecuentes, lo suyo sería mandar de vuelta el premio, por aquello de rechazar por dignidad las limosnas del estado opresor, y que se sorteara de nuevo entre los rojigualdos. Ya está bien de hacer el canelo. Que me estoy barruntando que el Gordo de Navidad va para allá también, como casi siempre. Menuda Sort. Los auténticos españoles, los fieles a la causa, sólo participamos. Y lo de participar por participar le valía al Barón de Coubertin y a nadie más. Vaya memez. Al resto nos gusta ganar. Y si son cien millones de euros, pues mucho mejor. Pero que así, a lo tonto, lo mollar siempre se lo lleven los menos españoles, como que fastidia. Porque es un dinero que procede de entidades "nacionales" que organizan sorteos "nacionales" bajo reglas "nacionales". Y, mira tú por dónde, para cobrar el boleto sí son nacionales. Qué bonito. Marchar hacia la independencia jugando a la lotería del invasor. Una desvergüenza. A setas o a rolex, señores. Ir a por todo es tener una jeta como el Camp Nou de grande. Y que me expliquen cómo es posible que el Estado español sea tan lerdo como para permitir semejante tomadura de pelo. ¡Le puede haber tocado a Más! ¡O a los puyoles! Lo que está meridianamente claro es que gracias a los pasmarotes que rigen los destinos de lo que va quedando de este país, a mí no me tocó ni un solo euro. Eso es imperdonable. Cero patatero. Todo para Cataluña, hasta la primitiva, el Gordo, el Niño y el cuponazo. Nos están dejando en pelota picada.

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