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A mi aire

Angulas y mejillones

Puede que alguno de ustedes le cause extrañeza el titular, pero verán como al final todo irá relacionado. Si a uno le llama la atención todos los años el astronómico precio que por la primavera se paga por campanu del salmón (este año 5.500 euros por el del Sella y 4.500 por el del Narcea) las cifras que estos días está en danza a cuenta de las primeras angulas realmente se salen de madre. 4.650 euros el kilo de las primeras ruladas en San Juan de la Arena y 6.252 por las de Ribadesella.

Cada cual es muy libre de gastar sus euritos en lo que le plazca, pero en estos tiempos de penuria y necesidades para tantos y tantos resulta toda una afrenta. Además de que los precios están adobados con la tontería de ser el primer kilo subastado, ya que las siguientes descienden diez veces en su valor. Sigue prohibitivo, pero es algo más razonable.

Los primeros comensales ya andan por ahí fatiando, dando la brasa a sus amistades con impúdica exhibición de su poderío económico y teórico paladar exquisito. Lo que me gustaría sería hacer una cata a ciegas con angulas por un lado y gulas por el otro, porque convencido estoy de que alguno iba a quedar con el culo al aire.

Pero así funciona el negocio de la tontería con abundancia de "expertos" de la nada, más bien babayos con pretensión de figurar. Que, además, suelen caer en flagrante renuncio a las primeras de cambio.

No dejan de ser idioteces que impone una sociedad que vive de pura fachada, por lo que tengo la seguridad de que si los humildes- y riquísimos mejillones (2 euros el kilo) estuvieran a mil, sería el plato estrella de muchos bobalicones, para dar el coñazu correspondiente, e incluso por Navidades su precio se multiplicaría.

En fin, que donde estén unos mejillones preparados en las múltiples recetas que se pueden hacer, para mi no hay color, y dejo las mariconadas citadas para los "expertos" y paladares "exquisitos".

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