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Desde la Meseta

¿Patata?

Todo un interrogante: ¿Carne procesada o proceso a la carne?

Los anuncios florecen como un mes de mayo. Las carnes de conejo, de cerdo, de vacuno o ternera se incrementan en todos nuestros medios de comunicación. Hasta que un puñetero día la OMS, Organización Mundial de la Salud, nos amarga la existencia y nos dice que la carne no es buena.

Más tarde y ante las diversas protestas de ganaderos, fabricantes y expendedores de diversos productos cárnicos, corrige un poco, pero poco, su sabia cátedra y continúa afirmando que es malo para la salud lo que se consume en abundancia. Sigue y persigue la carne roja y cita exactamente la carne procesada, como los chorizos, las salchichas. ¡Oiga! ¿y que hacemos con la mortadela?

Por eso hoy se me ocurre darle la vuelta a la frase y preguntar nuevamente, ¿carne procesada o proceso a la carne, por parte de esa Organización que no siempre acertó, como fue el caso de la gripe aviar, a la que siempre distinguimos como peste aviar?

Así que ahora volvemos a los anuncios, que abandonando la carne nos dicen que consumamos "patata nueva de la nuestra". Tortilla de patata "como ninguna", anunciaría yo. Patatas fritas, guisadas, "viudas", nuevas, viejas, de occidente, del sur, de Castilla, de... donde usted quiera.

Y cierro, porque sino resultan estas líneas muy cansinas, ¿se acuerdan que antes había solo almacenes de patatas? Sin carne y con patatas, "volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar", como así comenzaba el poema de Gustavo Adolfo Bécquer.

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