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Vicealcalde de Mieres

¿De las palabras a los hechos?

Reflexiones previas a la cumbre sobre el campus de Mieres del próximo lunes

El campus de Mieres llegó a tener más de 1.600 estudiantes en 2011 y ahora tiene poco más de 700. Hemos perdido más de la mitad de alumnos, un dato dramático que resume el estado de la cuestión: años de incumplimientos, de promesas olvidadas, de titulaciones que no acaban de llegar? Lo que debería ser uno de los motores del desarrollo de nuestro municipio amenaza con convertirse en un cascarón vacío.

Las polémicas no resuelven problemas, sólo generan ruido; por eso el Alcalde de Mieres propuso la celebración de una cumbre en la que participaran todas las partes implicadas: Gobierno del Principado de Asturias, Universidad de Oviedo y Ayuntamiento. Creemos que era imprescindible sentarnos todos alrededor de la misma mesa para buscar acuerdos que pongan fin al retraso permanente que parece condenar al campus de Mieres a ser la cenicienta de la Universidad de Oviedo. La cita será el próximo lunes, 30 de noviembre.

El gobierno de Mieres lo tiene claro: el campus es una apuesta estratégica, una parte de nuestro futuro depende del desarrollo de la Universidad en el concejo porque no sólo debe ser un centro de actividad académica y docente, tiene que ser un motor que estimule la innovación tecnológica, la generación de actividad económica y, por tanto, también de empleo. Pero para conseguirlo es imprescindible poner fin a años de desencuentros y falta de compromisos.

Desde Mieres vamos a defender tres líneas de actuación. La primera es conseguir que se implanten las nuevas titulaciones, poniendo fin a la colección de retrasos e incumplimientos de los últimos años. La segunda, reforzar la oferta académica del campus con nuevos másteres para consolidarse como un centro universitario en igualdad de condiciones que otros campus. Será también necesario reforzar la actividad docente con una mayor oferta de cursos de verano y cursos de extensión universitaria. Y también debemos aspirar a ser un espacio habitual para congresos y reuniones científicas, el campus dispone de unas instalaciones de vanguardia y tenemos que lanzar una oferta capaz de atraer este tipo de actividades que repercuten muy positivamente en la economía local. Finalmente, la tercera línea es mejorar el transporte para facilitar el desplazamiento de estudiantes y profesores. El aislamiento y las dificultades de conexión son enemigos mortales para el desarrollo del campus.

Esperamos que esta cumbre sea un punto de inflexión y tanto Gobierno como Universidad vengan en disposición de pasar de las palabras a los hechos.

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