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Aún queda mucho por hacer

El PSOE se solidariza con las víctimas de la violencia machista, se compromete a ser útil en la lucha y a formar parte de la solución

Cada 25 de noviembre y cada vez que una de nosotras es asesinada volvemos al duelo, a la rabia por la impotencia? Lo hacemos de forma colectiva, con minutos de silencio, concentraciones de repulsa, declaraciones institucionales, cambiando la foto de nuestro perfil de Facebook o incluso repitiendo en Twitter un hashtag hasta hacerlo TT. También con mensajes de partidos, con lazos de color malva, con spots de televisión, con la presentación de nuevas campañas?

Y es bueno todo eso que hacemos. Es bueno hacer visible esta violencia tan oculta tantas veces, es bueno generar debates sobre lo que se ha conseguido y lo mucho que queda por hacer. Los datos son escalofriantes: 5 mujeres asesinadas en España en 48 horas, 48 son las asesinadas en lo que va de año, 3 asesinadas en Asturias. Esta lacra social es un problema que exige del compromiso de todas y todos. El conjunto de la sociedad debe participar de forma activa en la erradicación de la violencia de género; sin duda, la manifestación más brutal de la desigualdad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas como objetos carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.

Es imprescindible que entendamos que la sociedad en su conjunto, que es quien tiene el problema, debe formar parte de la solución.

Sobre esa base nació en el año 2004, con un Gobierno socialista, la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género. Fue también un Gobierno socialista, en el año 2007, quien desarrolló la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, porque la violencia de género, la discriminación salarial, la discriminación en las pensiones de viudedad, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar mostraban cómo la igualdad plena, efectiva, entre mujeres y hombres, era todavía una tarea pendiente que precisaba de nuevos instrumentos jurídicos.

Del mismo modo, en el año 2011, un Gobierno socialista promovió con una amplia participación social, en el Principado de Asturias la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres y la Erradicación de la Violencia de Género. Su particularidad supuso un avance, la integración conceptual, la coordinación de acciones exigidas por las leyes anteriores y el marco sobre el que se han construido múltiples programas de intervención en diferentes ámbitos.

Pese a ello, las mujeres siguen sufriendo desigualdad en el espacio privado y en el público. Siguen siendo objeto de violencia que se muestra de distintas maneras y grados y en cualquier ámbito, y el número de asesinatos se mantiene en cifras escalofriantes. Tenemos que seguir trabajando en la construcción de una sociedad donde las relaciones entre hombres y mujeres no sean relaciones asimétricas, de poder y sumisión. Necesitamos construir una sociedad de hombres y mujeres que se comuniquen como iguales modificando la sutil y temprana transmisión de determinados valores y roles para unos y otras. Es imprescindible que toda la ciudadanía conozca por qué razón aparece la violencia como modo de comunicación, qué efecto genera sobre quienes la sufren y por qué razón no es fácil salir de ese círculo. En Asturias se ha trabajado mucho y muy seriamente tanto desde la administración autonómica como desde los distintos ayuntamientos. Mieres nunca se quedó atrás, siendo un concejo pionero, hace ya unos diez años, en la puesta en funcionamiento del programa de localización mediante teléfono móvil (un sistema que permite a las víctimas alertar de un posible ataque de manera urgente), así como otros servicios y recursos coordinados desde nuestro Centro Asesor de la Mujer. En esta comunidad autónoma, se ha coordinado la acción de las distintas administraciones, se ha diseñado un protocolo interdepartamental de actuación, se han implementado programas de prevención en diferentes ámbitos y con distintos colectivos, y se ha desarrollado un programa de intervención, que contempla el alojamiento, la intervención psicosocial, la formación y la integración laboral. En definitiva, se ha creado toda una red de ayuda.

Todo no ha sido suficiente, debemos intensificar y mejorar nuestra labor. Las instituciones serán más efectivas si trabajan sobre la base de un acuerdo político y social amplio.

Desde el PSOE de Mieres vaya, tras el 25-N, nuestra condena a la violencia contra las mujeres, nuestra solidaridad con las víctimas, y nuestro compromiso de trabajo para ser útiles en esta lucha y formar parte de la solución.

También firma este escrito Luisa Peretó Hidalgo, responsable de Políticas Sociales del PSOE de Mieres.

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