Mucho he de agradecerle yo a mi amigo Tante, alma mater de la Tertulia "Por el Camino", su ingenuidad investigadora, descubriéndome esos pequeños, si se quiere pequeñísimos detalles de la vida cotidiana que, sin embargo, guardan su filosofía y forman parte del quehacer ciudadano de cualquier pueblo que se precie. Además, de vez en cuando, conviene echar mano de un viento fresco de estas características para oxigenar la tensión de los grandes problemas de la humanidad. Para muestra ahí va la siguiente crónica personal e intransferible:
"Los patos del río San Juan se han multiplicado de tal manera que el propio cauce no tiene capacidad para alimentarlos. El año pasado, por curiosidad, conté yo mismo (habla Tante), en el trozo que van desde el polideportivo "Visiola Rollán", hasta el puente de San Juan en Requejo, algo así como 96. Hoy, sin duda alguna, serán muchos más. Así que los propios animalitos, que no son tontos, deciden buscarse las habichuelas en nuevos territorios, precisamente donde están sus hermanos, los inquilinos oficiales del estanque del Parque Jovellanos. De esta forma, la mayoría de los días, se reúnen con los cuatro "propietarios" del estanque, más unos veinte emigrantes que vienen del río, al reclamo de palomitas, pan y otras menudencias alimenticias, que los críos les echan. En definitiva, o creamos una ONG pro-patos o controlamos su natalidad, como hacen los chinos que, excepcionalmente, ahora permiten dos hijos por pareja humana. De esa forma serían dos patos por cada unión carnal y no como ahora que tienen hasta diez crías.
También podemos pedir al Consistorio, mientras tanto, que suministren más comida a los del estanque, para que ejerzan en plan solidario sin la menor señal discriminatoria racial. Al fin y al cabo todos son patos y tienen los mismos derechos. Además, en este caso, no es igual dar de comer a cuatro patos que a veinticuatro. También se puede vender alguno a otros ayuntamientos como nueva fuente de ingresos. Pero nada de comérselos a la naranja a pesar de que están muy buenos. De eso nanay de la China. En fin, que para Tante, y para el resto de los miembros de la Tertulia, la verdad es que los patos de Mieres tiene una vida muy triste y un futuro harto negro".
La propuesta: Por si no lo saben Carlos Clarín, el que fue popular dueño, hasta hace unos cuantos años, de una librería en la hoy calle Fleming, entrada a Santa Marina, figura como titular de una pequeña plaza en las cercanías de la zona, casi bajo el puente de Seana. Méritos hizo para ello por su total disposición y generosidad para albergar, en su establecimiento, reuniones clandestinas, sobre todo de la izquierda democrática, en tiempos difíciles. Pues bien, ahora, que es precisamente Izquierda Unida quien gobierna en las consistoriales de Mieres, ni una de las pocas farolas allí instaladas, presta servicio de iluminación. Y no es de recibo que su figura se diluya en la oscuridad de la noche.
La crítica: Cada vez se hace más sencilla esta sección. ¿Saben ustedes que tras el geriátrico de Santullano y a su servicio ,y también al del nuevo hospital comarcal "Alvarez Buylla" hay una parcela que sirve de aparcamiento automovilístico? Pues su suelo presta un "maravilloso" servicio como tobogán por la cantidad de baches y hasta socavones que lo adorna. ¡Ojo pues, la dato!
