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Desde mi Mieres del Camino

Sesenta años del hockey sobre patines

El Club Patín Mieres llegó a codearse con la élite nacional durante su dilatada trayectoria

Tengo en mis manos, con el número tres, el carnet de socio del Club Patín Mieres, en el que figura, a la derecha, como una especie de anagrama los sesenta años de su vida. Eso quiere decir que se ha superado, con una década más, las bodas de oro de esta extraordinaria sociedad deportiva con una trayectoria desde 1955 partiendo de Alfredo Visiola, hasta el momento actual en que figura como presidente José Emilio Alvarez. Ante ello bien merece una actualización de su andadura que, afortunadamente, aún mantiene un meritorio listón de actividad, habiendo quedado para la historia bajo el slogan de "sesenta años sobre ruedas".

Los comienzos del hockey en Mieres (1955), tuvieron por base el patio central del Colegio Santiago Apóstol, donde el religioso de la Salle Hermano Constantino lo inició con un grupo de alumnos, chavalillos ellos que andaban en torno a los quince años. El entonces Conde de Mieres, Manuel Loring, principal dirigente de Fábrica de Mieres, alentado por el ovetense Tomás Moreno, propietario de Chocolates La Cibeles, que ya contaba con equipo, decide incluirlo en su sección de patrocinio. Para ello escoge a un hombre de la empresa y de la casa mierense que lidere el proyecto, Alfredo Visiola Rollán, quien, por cierto, se le resiste, al ignorar por completo la peculiaridades del asunto. Pero ha de declinar su actitud ante la insistencia de la jefatura, y se va a Torrelavega, donde existía una especie de escuela, para cursar conocimientos y a la vuelta hacerse con la base del Santiago Apóstol (1 de julio de 1955), celebrando inmediatamente los primeros encuentros con excelentes resultados. Bajo sus órdenes están Berto, Fuertes, Manuel Luis, Miranda, Rodrigo, Quini, Pepito, Cidón y Do Santos. Este detalle y la construcción de la cancha de Las Moreras, hace que nazca y crezca rápidamente la afición local y en septiembre el Fabrimieres -que así se denomina- logra el título regional juvenil frente a equipos más expertos, pasa a la fase de sector quedando campeones en Torrelavega y luego a la final de San Sebastián donde hacen un papel aceptable. Al año siguiente repiten la gesta y en 1958 quedan campeones de Asturias como juveniles y se van a Salamanca donde ya se enfrentan a los todopoderosos catalanes. "Los Cucarachas", denominación por el negro de la indumentaria símbolo del carbón, pierden frente al San Juan de Barcelona por tres a uno, pero Manuel Luis es declarado mejor jugador de la fase final.

En 1962, Fábrica de Mieres decide un plan de recortes entre los que incluye las secciones deportivas. Pero, Visiola Rollán, que le había cogido el gustillo al asunto, se resiste y apela a la afición que responde, naciendo el Mieres Club Patín con él de presidente, y el apoyo de unos 400 socios, del Ayuntamiento y por supuesto de Tomás Moreno. Así nace otro juvenil con los Caramés, Montoto, Jaime, Tinín, Otero, Pereda y algunos más, mientras que el primer equipo milita en la segunda división seniors. Por otra parte, surgen las secciones de baloncesto con Ricardo Hevia, uno de las más prestigiosos entrenadores, y la de natación bajo el control de Rufino Ballesteros que más tarde, como árbitro de hockey, sería declarado el mejor en el mundial de Lisboa.

Por fin, en 1971, la empresa mierense Destilerías Bernaldo de Quirós se convierte en patrocinador con todos los pronunciamientos y absorbe el hockey, que pasa a denominarse Club Patín Kiber, desapareciendo las otras secciones. El equipo asciende a primera, aumentan los socios y se crea gran ambiente con el nacimiento de las peñas. Y por fin, a división de honor para codearse, junto al Cibeles, con los invencibles catalanes. La cancha que anteriormente se había levantado en el Batán, se convierte en pabellón para 1.500 espectadores, recinto cubierto que más tarde pasaría a denominarse "Visiola Rollán" en honor de la labor ingente de su promotor. Para su inauguración, allí se juega la final de la Copa del Generalísimo entre el Reus y el Cerdañola televisado para todo el país.

Tres temporadas duró la odisea en la máxima categoría, y en ese periodo jugadores como Ortega y José Alberto alcanzaron la internacionalidad, formando en el equipo con los José Carlos, Luisín, Josito, Finito, por citar los más habituales, y bajo el mando del gran Andrés Caramés que, posteriormente, sería seleccionador nacional. 1979 es el final de esta etapa con el cese del patrocinador y el descenso del equipo pero siempre con el apoyo popular. Tras pasar por la segunda, retorna de nuevo a primera de la mano de Miguel Ángel López. Alfredo Visiola deja el mando y desgraciadamente fallece el 29 de mayo de 2006, siendo inaugurado un busto a su memoria en el nuevo pabellón. Anteriormente, Eduardo Bayón había cogido el timón de la presidencia ya con el equipo bajo la tutela de la Universidad de Oviedo. En el 2006, pasa a ser presidente José Emilio Alvarez. Y a partir de ahí se remodela el pabellón "Visiola Rollán", nace la sección femenina que participa en la Copa de la Reina y juega su primer partido internacional ante el equipo alemán Cronemberg, logrando el empate a un gol. Actualmente el hockey sobre patines como Club Patín Mieres sigue navegando, con dificultades por la primera y pone en marcha, con el fin de fomentar el deporte, entre los escolares, la campaña "Mieres sobre ruedas".

¿Personajes? Indudablemente el religioso iniciador y luego la indiscutible figura de Alfredo Visiola Rollán, con entrega total, impulsor del equipo federado, creador de una estructura de atracción por el deporte, continuador y animador en horas altas y bajas y todo un referente humano y social en Asturias, con varias distinciones que tienen su cumbre en la medalla al mérito deportivo. También Eduardo Bayón y José Emilio Alvarez. El incombustible Luis Nomparte, eterno utillero y animador, los jugadores que pasaron por todas las categorías con Caramés a la cabeza y otros entrenadores, Luis Estévez "Cholo" el incansable delegado de club durante varias temporadas y pieza clave con sus crónicas deportivas en la radio y como se suele decir, una afición que casi nunca bajó la guardia, pese a las injerencias de un despoblamiento y los efectos de la crisis. Hubo más colaboradores cuya lista sería largo de enumerar. ¿Galardones?. Fueron también muchos, pero vamos a detenernos y personificarlos en dos. La declaración para el equipo de Mierense del Año y el Premio Delfos.

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