De vez en cuando les recuerdo que el fútbol, entre otras muchas cosas, no es mi fuerte, pero que, sin embargo, acostumbro a oír las noticias deportivas por la radio en cuanto me acuesto por la noche y de esa forma me "ilustro" sobre el deporte rey que tanto se ama en España.
En repetidas declaraciones, en todos los medios de comunicación, don Florentino Pérez ensalzaba incansablemente la figura del entrenador Rafa Benítez, en tanto que los periodistas acreditados afirmaban que el Real Madrid venía haciendo agua desde hacía un tiempo y que la cabeza de Rafa peligraba. Pero Florentino erre que erre en sus trece (o catorce) en defensa del entrenador.
Se preguntaban los referidos periodistas quién mandaba en el Madrid, como quién dirigía a los futbolistas o quién los mimaba tanto. Algo se cocía en aquel fogón del Santiago Bernabéu, hasta que el "pollo" se chamuscó en el horno: Rafa Benítez salió por la puerta de atrás, pero Florentino sostuvo la puerta para que saliese a escape el entrenador.
Así que ahora me tocó escuchar a los "catedráticos" futboleros disertar sobre quién tendría que haber salido a escape, si el presi o el entrenador. ¿Quién lo hizo mal? Unos recordaban la anterior etapa de Florentino y de cómo había salido chamuscado con su empeño de llevar un histórico equipo de fútbol como si fuese una empresa de construcción.
Otros afirmaban que Rafa Benítez no había sido capaz de dirigir y gestionar un equipo con jugadores tan profesionales, nunca comparables al Extremadura.
La cosa es muy fácil, el presidente nombró a Rafa y el mismo se lo cargó, de la misma forma que ahora "adora" a Zinedine Zidane y le asciende a entrenador de la primera plantilla: "suerte maestro" y que dure por el bien de todos.
