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Reyas Magas

El uso del lenguaje por parte de los políticos, el sexismo y las cabalgatas de nueva generación

Desde que a la exministra Aído se le ocurrió aquello de "los miembros y las miembras" la peña de los políticos, y políticas, no para de hacer barbaridades con lo que ellos entienden como una discriminación de género, y génera. "Amigos y amigas; compañeros y compañeras; señores diputados y señoras diputadas?", y un largo elenco de calificativos, y calificativas, que sacados de las mangas, y los mangos, en pro de una presunta igualdad entre el género masculino y el femenino, no hacen más que distorsionar nuestro riquísimo lenguaje, dar patadas al diccionario, confundir a la tropa y, lo que es peor, cabrearla de forma insospechada.

La última ocurrencia, tangencial con lo que acabamos de decir, ha sido la de la alcaldesa de Madrid a quien (o, si quieren, quiena) pretende demandar una madre por haber arruinado las ilusiones de un hijo de seis años al presentar en la capital un trío femenino de Reyas Magas. Para mear y no echar gota, oiga. El caso es que, a raíz de esta brillante idea de la Carmena, las redes echan humo por los cuatro costados. Cuando parece que los incendios habidos a lo largo de estas fiestas ya han sido extinguidos, viene la regidora capitalina y, a modo de un moderno Nerón, incendia la tradición patria de la Epifanía y toda la magia que trae la noche de Reyes a pequeños y mayores, ofendiendo creencias y asesinando inocencias e ilusiones. Una amiga lo ha expresado como nunca lo haría Duke: "?esto de jugar con las tradiciones inofensivas y con la inteligencia de los niños, me supera. Es tan estúpido creer que las tradiciones sobran? Te lo digo a ti, político de rascabola: "tradición no es antónimo de progresía. La jota, la muñeira y, si me pones, hasta El Quijote ya son tradiciones. No eres más progresista por poner en las cabalgatas a una mujer que se llama Libertad, con las tetas bien asomadas? Los niños no son tontos, dejémonos de chorradas. Dejemos que cambien las cosas que tienen que cambiar, y el resto que sea una ilusión, algo mágico, que buena falta nos hace. Y no me digas que no es justo porque los Magos no son equitativos a la hora de repartir. Mueve el culo y busca a un par de niños que no tendrán regalos esa noche. Seguro que te costará menos que una cena o un chute de gasolina para el coche" (sic).

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