Un día llegará el lobo y se acabará el cuento. Los forenses han presentado un informe demoledor sobre el estado de salud de José Ángel Fernández Villa para exculpar su declaración en el Juzgado que tramita la denuncia del SOMA. Pero la juez, avispada, perspicaz y desconfiada, ha citado al notario para que explique en qué plenas condiciones firmó un poder notarial a finales del pasado noviembre. Quienes conocen bien al exlider sindical le han escuchado infinidad de relatos sobre sus males de salud. Muchos de ellos ciertos, otros fingidos, a veces intencionadamente exagerados y casi siempre interesados. Como un niño que quiere atraer la atención, aunque las historias de Villa ocultaban objetivos menos infantiles. No debo dudar del informe forense que, en el aspecto anímico, afirma que "impresiona su tristeza y desesperanza". ¿Será esta la ocasión en la que llega el lobo? La juez parece dudar del cuento.
