La Nueva España

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Profesor de Filosofía y colaborador de Cauce del Nalón

La refundación de la democracia como acto político

Las posibilidades y los caminos para la regeneración de España, de Europa, del mundo

"Los racionalistas envejecidos y con una melancolía fin de milenio comprobamos una vez más que los vicios, como los tópicos, no por absurdos son menos necesarios: necesitamos jefes para no creer en nosotros mismos y necesitamos peligros ya conocidos porque presentimos que son mucho peores los que aún no nos atrevemos a conocer ", decía Manolo Vázquez Montalbán hace ya un par de décadas, en su Panfleto desde el planeta de los simios de 1995... Y, aquí y ahora, en estos tiempos de tribulaciones e indignación que sumen en las brumas del desasosiego y la incertidumbre el horizonte político, Cauce del Nalón trae por primera vez a estas tierras la voz lúcida, tan ajena a la necesidad de jefes como a la de peligros bien conocidos, del catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona Joan Subirats Humet.

Y es que sus palabras serán sin duda instrumento útil para desbrozar, como hiciera por ejemplo en su reciente España/Reset. Herramientas para un cambio de sistema (publicado, junto a su colega de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Vallespín Oña, en Febrero de 2015), retos tan candentes como la problemática salida general de la crisis en España, la improbable recuperación del crédito de la representación política en el imaginario ciudadano, la penetración estructural de la corrupción política y financiera en nuestros sistemas, la pérdida de peso de la voluntad de progreso social en las políticas europeas a favor de los recortes y el ajuste neoliberal, las sombras y paradojas que supone la confrontación entre los partidos de la "vieja política" (carentes ya de propuestas mínimamente creíbles ante una ciudadanía cada vez más crítica y escéptica) y las nuevas maneras de hacer política (tantas veces dadas, en medio de inmersiones en la tentación del "culto a la personalidad", al populismo de "decir a la gente lo que quiere oír" más allá de cualquier cálculo de vías verdaderamente participativas para la implantación política real)?

Porque, cuando el Joan Subirats especialista en gobernanza, gestión y análisis de políticas públicas, identificación y lucha contra la exclusión social o nuevos roles de la sociedad civil en la reformulación y desarrollo de la democracia se enfrenta al agitado paisaje político español (y europeo) tras las tormentas electorales del pasado año, parecen tomar cuerpo en sus análisis y discursos necesidades muy distintas a las de nuevos (o viejos) jefes, a las de miedos bien conocidos (que permitan soslayar el pánico a los desconocidos)? Aparece, en fin, esa acuciante necesidad, ya considerada imperativa por Nicolás Maquiavelo como condición de posibilidad para la salida material de cualquier crisis sociopolítica, de una cierta refundación del sistema, de un reinicio, de una reposición como exigencia que se extiende cada vez más no sólo entre los analistas políticos al uso, sino, también y sobre todo, entre todos los sectores ciudadanos que fueron incorporándose a la indignación que tomó las plazas de todo el mundo en 2011.

Su clarividente capacidad de sugerencia siempre, desde los viejos artículos de Triunfo hasta su actual labor de investigación académica en el Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOP) de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha planteado un audaz cara a cara con las controversias políticas del momento? Así que, sin duda, lo seguirá haciendo ahora cuando se trata de debatir las posibilidades y los caminos para la regeneración de España, de Europa, del mundo. O, dicho de otro modo, cuando necesitamos (re)construir criterios y enfoques que nos ayuden a seleccionar con precisión las claves de los nuevos escenarios políticos locales y globales; vislumbrar los horizontes que se abren y las sendas que se cierran tras las recientes elecciones municipales y autonómicas, catalanas y generales; enfrentarnos a las políticas (o la falta de ellas) con la que se está respondiendo a fenómenos s como la crisis de los refugiados o el terrorismo yihadista en la Europa cuyo "bienestar social" se ha visto cercenado por los años de austeridad; evaluar el sentido de la reactivación de la política tras los intentos de sepultarla bajo la globalización económica y su discurso único; considerar las influencias positivas y negativas que el cambio tecnológico puede suponer para la innovación democrática; valorar las barreras estructurales objetivas para el sostenimiento del "modelo de bienestar social" surgido en Europa después de 1945; confrontar los datos que apuntan a que nos encontramos ante una situación de crisis más y los que apuntan a un cambio de época o ciclo, analizando con precisión lo que implica cada una de las alternativas; aclarar las causas y consecuencias de la crisis griega y del bloqueo europeo como respuesta; explorar las tendencias xenófobas y populistas en la Europa de la crisis; reconsiderar los límites y el valor de las promesas de la democracia; aquilatar las características esenciales del periodo 2011-2015 y sus efectos en España; examinar la quiebra de los partidos e instituciones políticas bajo el imperio del poder financiero; analizar la corrupción estructural y el papel de los movimientos sociales en su denuncia y en la construcción de una respuesta colectiva democrática; evaluar el sentido y efectos prácticos de la oposición entre "vieja" y "nueva" política; valorar las distintas alternativas actuales ante el caso catalán (independencia, derecho a decidir, federalismo, autonomía); considerar prospectivamente las consecuencias del 20D?

No habrá claro, nadie las espere, fórmulas ni recetas mágicas, no habrá tentaciones de oráculo ni augur, pero sí, a buen seguro, palabras estimulantes para una mejor comprensión de lo que pasa y lo que podemos hacer? En suma, una propuesta de caminos alternativos viables entendida, en sí misma, como acción política. Porque, Joan Subirats, que apoyó la plataforma Guanyem Barcelona que derivaría en Barcelona en Comú para llevar a Ada Colau a la Alcaldía de la ciudad, apuesta inequívocamente (en lo teórico y en lo práctico) por la necesidad de refundar, de resetear, ese sistema que el bipartidismo representacional (más que representativo) ha llevado al colapso. Y toda (re)fundación, como bien afirmaba Hanna Arendt, es el acto político por excelencia. Sin necesidad de jefes ni miedos conocidos.

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