No es fácil "hacerse" hoy día, en Mieres, con una muestra de pujanza juvenil, buscando precisamente la vía más idónea de estos tiempos. A saber, la música joven, vista por lo propios jóvenes. Al menos un caso de auténtica herencia familiar anida por nuestros lares como prueba de ejemplo y valor. ¿Qué relación tienen Roberto Nogal y Bobby Gonzales? A primera vista nada, pero si uno se fija un poco, existe por vía directa con todos los pronunciamientos. Sin más, transmisión de padre a hijo.
Recordemos que Roberto Nogal fue uno de los pilares de aquel mítico "Dos+Dos" de los años sesenta, que acompañó a Víctor Manuel por esos mundos de Dios, en busca de "explayarse" como punta de lanza de la naciente realidad musical que envolvía a las nuevas generaciones. De él, y de sus compañeros que aún hoy, de tarde en tarde, nos deleitan con aires del pasado que siguen siendo frescos y actuales, tocará hablar próximamente.
Hoy la figura de Bobby Gonzales ha traspasado fronteras al frente del grupo "Trash-Tornados", con etiqueta internacional, porque, como bien dice el propio líder, dibujando una media sonrisa de inocencia, "en Italia nos quieren más que aquí?.".
A Bobby no sólo le llegó la vena por vía paterna, sino que recuerda a su abuela Celia tocando el piano con él sentado en sus rodillas. Pero muy pronto dejó los estudios del Conservatorio de Oviedo con gran dolor de ella, para liarse la manta a la cabeza y con el sello de autodidacta iniciar el camino del encuentro en busca de la voz y la guitarra para recorrer, pese a su juventud, un denso camino hacia la grabación de discos de rock a billy y así coronar una primera etapa bajo el manto de "Los Coronados" (sirva la relación) allá por los años ochenta.
Pero antes "flipaba" con su primo Josines, el primer rocker que conoció y le descubrió los iniciales discos de Eddie Cochran y Gene Vicent, para abrir más tarde el "rodapiés" donde pasaban noches enteras escuchando jazz.
Pero, claro, la vida exige y la sangre hierve. Hasta Huelva se fue tras los pasos de la pareja de sus sueños, la hermana de su amigo Marino, donde, con él y Ramón formó su primera banda, para sacar a la luz un primer LP en Asturias, con "Los Coronados", de título "Hasta el amanecer", de su propia cosecha, "en el que reflejábamos nuestras inquietudes y nuestros anhelos como tres rockers callejeros que éramos entonces", para parir, en esta primera etapa de su indiscutible vocación creadoras en la composición, voz interpretativa y guitarra, un segundo disco "Junkies Worid", con ocho temas originales. Esa salida original les permitió recorrer diversos lugares de España.
Regreso a la patria
Sin embargo, se imponía el regreso a la patria chica con el firme propósito de materializar una idea que venía rondando su duende creador y era la obsesión de hacer algo más enfocado al swing y al rock and roll. Y en esa cuerda identificadora saltan a la palestra su hermano Pibli, Pablo Souto y Kiko Flores, colaborando también en el trabajo Juan Flores, Miguel Herrero y los gemelos Santi y Fernando González. Y aparece, en el firmamento musical del momento, "Trash-Tornados" que se lanza a tan especial mundillo con un CD "Cool Bop", para girar y girar hacia Italia en dos ocasiones. Hay festivales y contratos en concierto dentro del verano y hasta en el invierno.
La dedicación al musical de Bobby Gonzales ya es entera y constante, "aunque el producto que sale de su vena y del grupo que se entrega, no da para vivir", pero el ánimo no decae y por San Xuan, en Mieres presentan al directo el segundo disco con un contenido de orígenes entre el swing y el rock bajo el título de "Voodoo-Girl", que les sirve, entre el entusiasmo de sus incondicionales, para una buena presentación a través de la radio y televisión autonómica de Asturias, es decir la RTPA.
Corren tiempos un poco más favorables y la música de "Trash-Tornados" comienza a interesar, merced a la mezcla de la producción americana de los años cuarenta con la parte más comercial del jazz. Como muestra de aceptación e interés de la productora, el disco lleva careta reflejando lo más granado de la calle 52 de New York. Eso sí, en su afán primitivo siguen fieles a los albores del jazz y al rock and roll más salvaje, haciendo de "el combo" la formación más ideal.
Bobby Gonzales y su banda podrían tener oportunidades lejos de la tierra, moviéndose en ambientes más propicios de lo que ofrece esta villa de Mieres. Pero son reacios a la renuncia de sus orígenes, tanto humanos como musicales. Como es lógico, echan de menos oportunidades que no se dan fácilmente, pese a que, algunas de ellas, son de simple recibo.
Por ejemplo lugares donde ensayar y perfilar sus propias creaciones. Saben que ya se dijo en otros momentos y ahora acaba de repetirse el fenómeno: el Ayuntamiento tiene en cartera inmediata poner al día los huecos de las antiguas escuelas del barrio de La Peña, creados pero no finalizados ex profeso para estos menesteres. ¿Será la oportunidad decisiva? Vaya usted a saber?, pero, por fin, celebra una reunión con grupos locales que puede aportar resultados.
Consideran "Los Trash-Tornados" que esta plaza mierense no resulta idónea para lanzarse en la búsqueda de una férrea vocación musical. Cuando en otros lugares se está poniendo al día, como ocurrió antaño, la frescura de los cafés musicales, aquí, por lo visto, las trabas pueden ser casi insalvables. "Sin ir más lejos -comenta Bobby Gonzales- en un establecimiento de auténtica solera, se les ocurrió amenizar, con unas agradables notas, la veladas de los contertulios.
Y? ¿qué pasó? Por lo visto al vecino de turno se le hincharon las narices y tras el toque telefónico correspondiente, apareció una pareja de la fuerza de orden público local, prohibió el mini-concierto y como añadidura impuso la multa de rigor que resultó ser de mil quinientos euros del ala, lo que cortó por lo sano todo intento de repetir la experiencia".
Lo dicho. Bobby Gonzales y sus "Trtshtornados" no pueden alcanzar el nivel suficiente para que, por vía musical, sus vidas puedan transcurrir sin agobios materialistas. La prueba más factible es que, mientras él ejerce como empleado de mantenimiento en el Hospital Universitario de Oviedo, los compañeros han de buscarse las habichuelas por otros caminos, preferentemente los de la hostelería.
