La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde la Meseta

De gatos y política

Tienen que perdonarme el exabrupto, pero la historia, sin ser real, tiene su comparación aunque originalmente de animales se trata. Animales domésticos que viven su vida al margen de los humanos y con raciocinio. Verán.

Tres chulos gatos, lustrosos y presumidos, vagaban por los tejados, cuando, a la sombra de una aún caliente chimenea, dormitaba un gatito pequeño que despertó con el sonido que hacían los gatos mayores al pasar.

Mal abriendo sus ojitos, preguntó a sus mayores: ¿A dónde vais? A lo que respondió uno de ellos: ¡A joder! A continuación dice uno de los mayores: Calla, hombre, eso no se dice y menos a un gatito pequeño.

Despertando más el gatito, pregunta: ¿Puedo ir con vosotros? Uno de los gatos grandes protesta en tanto que otro dice: ¡Déjale que venga, así aprende! Así que los tres chulos mayores van delante, seguidos del aspirante a tal "cuestión".

Pero la suerte o fortuna les sorprende, porque al cruzar una terraza les sale un perro enorme que empieza a ladrarles y perseguirles por el patio.

Cuando llevaban dando unas cuentas vueltas sin poder cambiar de rumbo delante de aquel perrazo, el gatito pequeño grita: Me estoy cansando. Yo jodo otra vuelta y me voy.

Sí, ya sé que es un mal chiste, pero tiene aplicación política.

Compartir el artículo

stats