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Desde mi Mieres del Camino

"Semeya", el amor por la fotografía y la historia

Un colectivo nacido en 1988 que organiza actividades relacionadas con la imagen

Como quien dice hace cuatro días, concretamente el pasado domingo treinta y uno de enero, se cerró, en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta", la magnífica cuelga fotográfica que, como cita anual, suele ofrecer la Agrupación Mierense "Semeya". Una vez más se puso de manifiesto el alto valor técnico y artístico de este grupo, en su día formado por jóvenes ilusionados, hoy medio veteranos con el mismo duende y empuje. Y otra vez quedó patente que, para la ciudadanía, éste sigue siendo motivo de atracción e interés.

Pero? ¿es qué la labor del colectivo se limita a ofrecer un trabajo expositivo al cabo del año? Ni mucho menos. Son varios los frentes en los que despliega su actividad en busca de nuevos valores y la incorporación de mierenses dispuestos a dar rienda suelta a una afición que, sin más, "engancha" con una facilidad pasmosa. Pero antes, hágase la luz de una pequeña historia que lleva camino de abrir una senda amplia iluminada de inquietudes y con el resultado de su reflejo permanente como testigo de la historia.

El colectivo nació allá por octubre de 1988, lo que quiere decir que supera el cuarto de siglo, bajo la denominación de Agrupación Juvenil Fotográfica "Semeya". Con veinticinco integrantes en el inicio dispuso de una justa directiva cuyo presidente lo fue José Ramón Viejo, "viejo" conocido -sirva la repetición- de los mierenses aficionados a las redes sociales, a través de su página web, en la que aglutina historia, reflejos fotográficos y comentarios de un pasado y presente local y comarcal, con tintes de originalidad artística y estética. Le acompañaron, en esta primera etapa, Miguel Ángel Fernández como secretario y Alberto M. Antuña al frente de la tesorería. Como objetivo, la promoción de la fotografía artística y lúdica.

Cierto que, con el tiempo, hubo una especie de bache en la actividad que retornó al buen camino, tras la apariencia de refundación en el 2007. Durante la primera etapa "viajó", en calidad de sede social, por los establecimientos de hostelería local La Madrileña, el Café Nápoles, Pequeña Sirena y el Bar El Pino. Posteriormente, tras su recuperación, tuvo a bien asentarse en el Bar Calderón, Gardens y finalmente, hasta la actualidad, en la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta".

Pensar que "Semeya" iba a limitar sus objetivos en el puro deleite y afición de sus componentes era quedarse a medias, puesto que, otros objetivos anidaban en el afán de sus promotores. Ahora mismo, sin irse por las ramas, se puede afirmar que, más de mil personas, en esta santa casa de Mieres, recibieron, de forma gratuita y desinteresada, cursos de iniciación y talleres de especialización, con vistas a engrosar la realidad de un pueblo, en su dedicación hacia la imagen fija, pero siempre sugerente y atractiva en el recuerdo y la recreación.

Por otra parte este grupo ya, con nuevas inyecciones de número y moral, suele, de vez en cuando abrir sus alas para acercarse a otros frentes y convocar, por ejemplo, el Concurso Nacional de Fotografía del Paisaje "E´Abellugu", precisamente en referencia al conocido establecimiento hostelero de la calle Ramón y Cajal, que fue el que los vio nacer.

Y a tiempo es de decir que en la actualidad son alrededor de cincuenta los componentes de "Semeya", gente de ambos sexos y de todas las edades, aunque actualmente predominan los que podían denominarse medio veteranos. En estos instantes preside la agrupación Arcadio Méndez, con el añadido en secretaría de Carlos Salvo, mientras que de tesorero figura Benjamín Castañón, más los vocales Jesús A. Blanco y José Luis Copa.

Siguen adelante con sus talleres de especialización para los propios miembros del grupo y con un día a la semana de periodicidad y los cursos de iniciación abiertos y gratuitos cuya duración suele ser de tres meses. Luego viene la exposición anual con trabajos de los propios integrantes, en la que se descubre el efecto dinamizador de la labor formativa, tal como quedó patente en la reciente cuelga de la sala de exposiciones de la Casa de Cultura, con cuarenta muestras de unos veinte participantes, que sirvió, una vez más, de ventana atractiva para la actualidad mierense.

Aún se manifiesta, por otros senderos, la inquietud de ese movimiento local que ha iniciado la creación del "inventario o fondo gráfico del concejo" en colaboración con el Ayuntamiento. También aprovecha la oportunidad que, de vez en cuanto se le brinda, de traer, a la tribuna mierense, en calidad de conferenciantes o participantes en charlas, a fotógrafos de reconocida fama.

Que "Semeya" ha sabido calar hondo en el marco cultural de un Mieres languideciente pero con flecos, que aún no se entregan al desánimo ni a la corriente pasotista muy de moda en la actualidad, lo demuestra el hecho de que se abre a la ciudadanía y a las instituciones, con toda la disposición de sus objetivos. Por esa vía viene colaborando con la Comisión Municipal de Festejos, aportando todo el contenido gráfico de los carteles festivos de año mierense, a base de sus propias fotografías. Y en otro frente no es extraño que haya alcanzado el Premio de la Campaña "Etiqueta de Denominación de Origen Protegido de la Sidra", todo un billete de ida con garantía de futuro.

Poco a poco van saliendo a la luz testimonios de un pueblo que, a la par de la decadencia de sus bases socioeconómicas y otros golpes bajos a su línea de flotación, se resiste a la total influencia de estos elementos negativos y busca, por vía de permanente vigía y actividad, por parte de unos pocos, mantener el pulso que se adquirió en un pasado floreciente y hoy se encuentra a horas bajas por arte de la indiferencia, al margen de los efectos negativos reseñados, desgraciadamente, de unos muchos.

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