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Cosas de Duke

Marcelino M. González

Más de lo mismo

Dicen que cuando el burro no tiene qué hacer con el rabo espanta las moscas. Mira tú si el pollino no tendrá alternativas para ocupar su tiempo. Pero sin que la mención del noble animal tenga nada que ver con quienes rigen nuestras cosas en Langreo, y después de que el Consistorio haya rechazado la construcción de unas torres en el lugar que ocupó el antiguo cuartel de la Benemérita, se nos antoja que muchos, incluidos nuestros munícipes, se están apresurando en adoptar una decisión definitoria para el destino del solar. Primero se habló del traslado del área deportiva de Lada, dada su vecindad con las instalaciones de Iberdrola; luego proponen la construcción de una piscina (válgame el cielo), y ahora los vecinos, negándose como es lógico a lo anterior, diversifican las propuestas entre un colegio, un parque infantil, un recinto ferial, un centro de asociaciones y al final un aparcamiento. La verdad es que da qué pensar. Veamos.

Si se opta por el traslado del área deportiva, ¿qué hacemos con la que hay?; si por una piscina al lado de otra, ¿qué pasa con la de La Reguera?; ¿para qué otro colegio, si no nacen colegiales?, por mucho que pueda dar servicio a Langreo Centro; por otro lado existen tantas entidades asociativas en Langreo -cada una con su domicilio social- que algunas tendrían que quedarse fuera o el centro se volvería escaso; otro parque infantil se me antoja grande para los pocos infantes que tenemos; y por último, tras el fracaso del proyecto de los Talleres del Conde, nos parece más plausible que se recupere la vieja idea del recinto ferial. Pero ello tiene también sus peros, con una pinacoteca infrautilizada al lado y tantos centros culturales repartidos a lo largo de toda la geografía del concejo: bibliotecas, Casas de la Buelga y de los Alperi, Teatro de Sama, antigua sindical de La Felguera? En fin, si las actividades culturales son la imagen de un pueblo y lo que confiere el carácter e impronta de sus ciudadanos, concentrar esas actividades en un único lugar nos parece un considerable dislate. No nos ofrezcan más de lo mismo, de lo que ya tenemos o no se cuida ni mantiene. Encarguemos a Frank Ghery el diseño de un centro penitenciario. En los tiempos que corren tendría overbooking y lista de espera.

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