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Brañagallones, historia interminable

La gestión del emblemático parador, que ahora iniciará una nueva etapa

La gestión del parador de Brañagallones en la montaña casina supone la gestión más nefasta y absurda de una administración pública. En los últimos lustros, este emblemático edificio estuvo sujeto a las veleidades de unos políticos con poco sentido de la acción práctica. Se abría al público, se cerraba, se invirtieron muchos dineros y finalmente nada de nada. La gestión privada lo intentó, pero el fracaso no se hizo esperar y la culpa de nuevo al ente público. Ahora parece ser que este inmueble montañés tendrá una salida renovada con la participación de la Federación Asturiana de Montaña, y la intención de sus futuros responsables es que este refugio de altura se abra todo el año.

Tengo muchos recuerdos de niño cuando el local era lo que tenía que ser, un sencillo refugio con unas treinta literas y cumplía perfectamente su labor para los cazadores y montañeros que acudían por estos bellos entornos de la vega de Brañagallones. Allí, Silvino y su preceptor el guarda mayor de la reserva cinegética mejor de España, Pepe Calvo, se encargaban de que todo estuviera adecuado con una buena intendencia para los muchos amantes del aire libre que se acercaban por estos lugares silentes.

Eran otros tiempos pero la realidad apuntaba que lo práctico era la función a tener en cuenta y el refugio siempre estaba animado. Las noches primaverales o veraniegas se convertían en tertulias completas y bulliciosas, y el plato estrella de Silvino representaba un condumio muy local compuesto por patatas fritas, chorizo de casa y huevos fritos con puntilla. Todo un manjar que ahora recuerdo con nostalgia, sabor y placer? Una manera de conocer esos montes tan alpinos como los que rodean la gran majada de Brañagallones, la más hermosa de Asturias por su situación y su biodiversidad. Porque tanto Silvino como Pepe el guarda se encargaban de orientar a los montañeros sobre las muchas sendas y caminos que sorteaban estos contornos del entonces Coto Nacional de Caza de Reres.

Ahora la Federación de Montaña se empeñó en hacerse con las riendas del Parador y tiene en mente muchas ideas para dotarlo de interés y sentido práctico. ¡Por fin! La administración del Principado dio el visto bueno ante esa decisión y el Presidente de los montañeros asturianos Juan Manuel Rionda está preparado para comenzar una renovada singladura y dotar a este inmueble con todos los medios idóneos para una pernoctación perfecta. Hay intención de abrirlo todo el año y conformar un programa de actividades que anime a los visitantes a disfrutar de unos parajes de ensueño con rutas por los alrededores, esquí de fondo, de travesía, senderismo, baños de montaña en el río Monasterio, estudios medioambientales, cursos de iniciación al montañismo y mucha promoción para que de una vez por todas estos entornos mágicos de Brañagallones estén enganchados al mapa de la realidad social y deportiva. Solamente varios trámites administrativos, un poco de burocracia, transferencias de una Consejería a otra, algunos retoques internos y externos y a lo mejor mañana ya podemos utilizar ese refugio montañero para satisfacción de todos los amantes de la naturaleza en estado puro. La intención de los nuevos responsables sería contar con unas cincuenta literas, buen avituallamiento y varias personas que se encarguen de la labores domésticas, ahora eso sí, que no falte en el menú el plato montañero, sería toda una remembranza de un pasado feliz y un tanto lejano. Con el refugio de Brañagallones abierto, el turismo en el Parque Natural de Redes ganaría algunos enteros más y se lograría creer en esa actividad económica. Espero que esta historia tenga un final feliz y todos podamos disfrutar de unos enclaves indómitos y atrayentes.

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