Toda su vida estuvo centrada en la colaboración comunitaria y en las ideas populares. A su castizo barrio de La Pontona se encargó de renovarlo y darle vida con unas ferias ganaderas y fiestas de altura sobresaliente. Más de cincuenta años al frente de una comisión festera con la garantía del esfuerzo, el entusiasmo, el buen hacer y la ilusión por una mejora en el ambiente de su zona. Y esa realidad quedó plasmada en una actividad directa y tangible. Los festejos de octubre, coincidiendo con El Pilar, marcaron una época en todo el Valle del Nalón y se erigieron en una cita obligada para todos los ganaderos de Asturias y en cita festiva para toda la población polesa y allegados. Y en ese logro popular, Manuel Álvarez "Noli" tuvo mucho la culpa, esa culpa positiva de llevar a efecto y alcanzar metas para muchos inalcanzables. Una Sociedad de Ferias y Fiestas de La Pontona arraigada y con un saneamiento económico total. Todo el pueblo formaba parte de ella y significaba una tradición y lealtad a Noli y sus apoyos de la comisión.
Un personaje de la talla de Noli ya no existe por estos pagos. Poleso ejerciente, trabajador por su causa festera, animador de tertulias y un gran paisano. Poco más que decir de una persona que cumplió con sus cometidos en este mundo terreno y ahora con su vuelo eterno deja una huella indeleble, difícil de borrar. Queda ese recuerdo vivo de su ejemplaridad y su manera de ser, uniendo su estilo a muchos lavianenses de su época que también colaboraron, a su manera, a engrandecer con la actividad cultural, deportiva, recreativa y animosa a toda una villa, a todo un concejo. Hasta siempre Noli, tus desvelos y tu conducta popular quedarán para siempre unidos a esas ferias y fiestas de la Pontona que con tanto ahínco llevaste a buen término.
