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Entresijos

Una radiografía de la situación actual del país, desde los bancos a los enredos entre los políticos

La simple definición del término "entresijos" ya nos pone un tanto a la defensiva, pues nos explica que es cosa oculta, escondida, tener dificultades, o enredos difíciles de entender o desatar. Todo un poema.

Así que a lo largo de nuestra existencia todos estamos atrapados en cientos de entresijos, que en buena mayoría de los casos resultan efectos colaterales con los que poco tenemos que ver.

A uno cada vez le da más la impresión de estar inmovilizado en una gigantesca tela de araña tejida por una sociedad en la que prima engañar al prójimo, hacerse rico por cualquier medio, trepar a costa de lo que sea, sin que los previsibles negativos efectos secundarios les importen un comino.

Al final todos resultamos paganos de tropelías diversas que nos acechan por todos lados: garantías que no se cumplen, pagos abusivos, estafas de entidades que siempre fueron sinónimo de seriedad, chapuzas varias y decenas de cabronadas que, curiosamente, son amparadas por la letra menuda, aunque se hayan logrado mediante vil engaño.

La guerra contra esta gentuza, sus protectores y una burocracia con la que te vuelven loco, hace desistir a una buena mayoría de ciudadanos. Ese, es su objetivo, lo que pretenden, aunque convencido estés de que te asiste toda la razón.

Cambiando el tercio, pero siguiendo con los entresijos, la última muestra palpable no es otra que los enredos políticos de esta temporada.

Vergüenza ajena se siente de todo lo que está sucediendo tras las elecciones del 20-D: chalaneos, intentos de cambio de cromos, lucha por golosos sillones del máximo nivel?, todo ello trufado de desprecio absoluto a los incautos electores, a pesar de saber que al final su voto irá destinado al mejor postor.

Entresijos profundos, tan profundos que se nos escapan a una buena mayoría de ciudadanos, aunque reiterativamente salen a la luz las miserias de la mayoría de ellos, que saben desde el principio que van a ser capaces de vender a su propia madre con tal de llegar al poder o a estafar.

La conclusión no puede ser otra: todos son fervientes practicantes de la frase atribuida a Maquiavelo, de que "el fin justifica los medios".

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