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A contracorriente

Tolivia de jazz

El meritorio y consolidado festival musical del pueblo de Laviana

Los pueblos avanzan y alcanzan su prestigio gracias a personas entusiastas que buscan lo mejor para sus entornos. Es el caso de Tolivia, en las estribaciones de Peña Mea, un núcleo rural del concejo de Laviana que siempre se caracterizó por su ánimo y esfuerzo en dar a conocer las cosas propias. Y en este rincón pegado a la Collaona existe desde hace años un festival de jazz de altura musical y estilo universal marcado en el diapasón de Mero Gutiérrez Huerta, profesor de la escuela de música de Llanera, director de su Big Band y persona amante de la cultura con mayúsculas y hacedor de voluntades para que su pueblo alcance notoriedad y se coloque por derecho propio en ese mapa de la ilusión y de las cosas a veces imposibles?

¡Un festival de jazz de Tolivia! Pues sí. Y en todo el año acuden a este certamen grupos notorios de España y de fuera de nuestras fronteras ofreciendo actuaciones memorables en unas sesiones vermú impactantes y cargadas de razón acústica. Mero Gutiérrez Huerta y su equipo de apoyo ha logrado con esfuerzo inusitado lo impensable hace años y ahora con su festival consolidado quieren convertir a Tolivia en el centro musical del jazz con toque rural de toda Asturias, siempre con permiso del caserío de Bueño, en Ribera de Arriba, donde su certamen de jazz alcanza cotas importantes. Lo mejor en este caso es conseguir el hermanamiento de ambos pueblos, Tolivia y Bueño, y seguir en ese empeño de mantener esa tradición musical que tanto gusta a los amantes de los ritmos del saxo, la guitarra acústica y el piano en espacios de sabor rústico, entre hórreos, pomaradas, ganado pastando y montes circundantes.

Tolivia de jazz tiene predicamento y mucho valor musical. En su recoleta rectoral junto a la iglesia se encuentra el escenario de la voz, de la palabra y de los ritmos jazzísticos para satisfacción de muchos incondicionales que se acercan por este rincón de la Asturias montañesa a pasar unas horas entre música superior y limpieza de ambiente. Todo con una pureza visible que es la marca de calidad de este festival. Y Mero Gutiérrez Huerta con su manera de ser y ese ímpetu de lograr lo imposible está haciendo historia con esa música originaria de Estados Unidos, ese género musical iniciado por intérpretes negros, que ha alcanzado éxito mundial y donde la improvisación es el santo y seña, junto a esos ritmos cambiantes. Jazz en Tolivia es sin duda esa marca de calidad que define a un pueblo. Lo mismo que Los Berrones y su agro Rock o los viejos acordeonistas de la zona que en otro tiempo cultivaron músicas sujetas a la estirpe de un espacio con mucha nota musical. Bien por Tolivia de jazz y por Mero Gutiérrez Huerta. Actividad y cultura que valen un potosí, con aplauso incluido.

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