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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Buenos gestos ante tanta vileza

Un padre reconoce como natural que su hijo admita su equivocación al contar los golpes de un torneo de golf. Con el nuevo recuento ya no quedaba segundo y escribió una carta a los organizadores pidiendo que su trofeo se concediera a los siguientes jugadores en la clasificación. Lo que debería ser un comportamiento normal se convierte en excepcional, tristemente, en estos tiempos convulsos. El Padre Ángel reza ante la imagen de la Virgen de Santa Bárbara en las entrañas del pozo Sotón por los mineros, en peligro de extinción, y por los refugiados sirios a los que se maltrata en esta Europa de mercaderes. A la vez, miles de personas claman en las calles por un trato humanitario para las decenas de miles de seres humanos que malviven en campos infames, intentan cruzar ríos caudalosos de odio o mueren en mares embravecidos de fanatismo. Hay días en que gestos tan sencillos reconfortan de tanta maldad y vileza.

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