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Desde la Meseta

Bollu de Pascua

Sí, ya lo sé, primero van las torrijas en Semana Santa, pero después van los bollos de Pascua para los ahijados. En medio, el Domingo de Ramos ya celebrado, están obligados dichos ahijados a llevar a sus padrinos de bautismo la palma, más o menos sencilla, con lazo y adorno que reluce, que deberá colocarse en uno de los balcones que dan a la calle, como manda la tradición.

Pero volvamos al bollu que, tal parece, va desapareciendo, porque los niños, con lo listos que son hoy día, igual les piden a sus padrinos un ordenador, una batería de música (no de cocina, claro) o son capaces de reclamrles dinero para comprarse una motocicleta. Naturalmente, porque ya no son tan niños.

Lo extraordinario y clásico es una hermosa tarta de esas que aún vemos en los escaparates de las confiterías, algunas adornadas con una figurita que nos llama más la atención.

Soy mayor, quizá ya "vieyu", pero sigo echando en falta y recordando con cariño el que suene el timbre de la puerta de casa y llegue el repartidor de la confitería con esa tarta que tenía, entre otras muchas cosas dulces chocolate. A veces, en vez de una figurita, venía una casita, lo dicho, de chocolate.

Así que ya lo saben, imprescindible la torrija, la palma y, sobre todo, el bollu de dulce.

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