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Dando la lata

Cuidar

Hoy les voy a dar la tabarra porque sí, porque me lo pide el cuerpo. Si algo aprendí de la experiencia de ver enfermar hasta la muerte a un ser querido es la importancia de cuidar a alguien más que a nosotros mismos. Es en esos momentos cuando te das cuenta del gran bien que produces, la seguridad que transmites, la calma que puedes aportar a un ser por sí solo desvalido. Y eso a uno, por más cansada que sea la tarea, le proporciona una inigualable sensación de utilidad, de estar haciendo lo que debe, de verdaderamente servir para algo. Es por ello que les recomiendo que no pierdan la oportunidad de ayudar y cuidar a los necesitados. Al vecino anciano, a su madre, a ese pariente que vive solo, a los perros abandonados, a los gatos sin hogar, a quien sea.

Podemos ser y sentirnos mucho más útiles de lo que somos habitualmente. Y podemos obrar un bien infinitamente superior al esfuerzo que hemos de hacer. Porque no hay nada más reconfortante que tomar esa mano que busca las tuyas como el naufrago busca una tabla y transmitir paz y seguridad a esos ojos inquietos y desconcertados. No pierdan esa ocasión y cuiden a alguien antes de que alguien tenga que cuidarnos a nosotros. Y en sus casas procuren inculcarlo porque, de verdad se lo digo, vale muchísimo la pena y la recompensa personal es inmensa. Hay un montón de personas en Mieres que necesitan alguna ayuda, más allá de lo material. Un brazo firme hasta la consulta del médico, hacer unos recados y, sobre todo y por encima de todo, un rato de compañía, de escuchar, de hacerles ver que no están solos, que hay manos amigas. En su etapa final, mi padre buscó en mí protección, seguridad, la tranquilidad de saber que había alguien manejando el timón. E hice cuanto pude para proporcionárselo.

Y no hay dinero en el mundo que pague la satisfacción de haberle oído dormitar plácidamente al saber que yo estaba allí o el destello en su mirada al despertar y encontrarme. Sí, lo se, me estoy poniendo pelmazo, pero como dice el anuncio, permítanme que insista: dediquen parte de su tiempo a cuidar a alguien. Verán cómo sus vidas mejoran.

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