Los Amigos de la Camelia de Turón y su presidente D. Juan Carlos han logrado un año más situar a Turón y al Principado de Asturias en el mapamundi de la camelia y lo hacen no solo con el entusiasmo que un evento como este requiere, sino secundados por infinidad de coleccionistas que llegan de varios puntos de la geografía de España para mostrar las múltiples variedades de esta bella y cautivadora flor. Cuando se contemplan cientos de especies diferentes ya sean japónicas, portuguesas, nacionales y procedentes de la hibridomanía de sus coleccionistas, uno queda totalmente cautivado y es muy difícil escoger cual es la más bella, la más exótica o la más compleja (existen árboles de camelias que dan hasta seis clases diferentes de flor en un mismo tronco) como es el caso de mis amigos de Salceda (Tuy), Antonio Rivero y su esposa Elena Valcárcel y que acaban de ser premiados en el Certamen Internacional de la Camelia de Pontevedra por otro raro ejemplar. Este matrimonio amigo tiene en su casa más de 300 variedades de esta planta y es habitual que los colegios circundantes lleven a sus alumnos a visitar esta extraordinaria exposición floral.
Galicia, Asturias y Portugal (son las que más conozco), están llenas de pequeños edenes familiares, donde la camelia es la absoluta protagonista, pero si vamos un poco más allá, las camelias pueden ser un atractivo negocio con muchas posibilidades aún sin explorar. En el Reino Unido, la jardinería (gran exportador de camelias) y el paisajismo aportan mucha riqueza al país y son una fuente de ingresos permanente a gran escala, así como en otros países de la UE. De forma relevante, también nuestros vecinos de Portugal son maestros en el difícil arte de la hibridación de la camelia y donde cientos de especies curiosamente llevan nombres siempre portugueses, no solo de sus figuras ilustres, sino también de sus propios coleccionistas.
El trabajo que realizan los Amigos de la Camelia de Turón me parece de una gran relevancia y está siendo reconocido por los expertos del resto del país. Esta apuesta innovadora que aporta esta Asociación tiene o debe de tener el eco necesario institucional para abrir un camino de especialización y de búsqueda en este recurso floral, que permita apostar por nuevos mercados que a buen seguro están esperando algo así.
En Turón el sábado se rindió homenaje a Doña Manuela Couso (Cuntis-Pontevedra), una joven octogenaria con casi mil especies de camelias en su finca, de las cuales un número importante procede de la hibridación que ella personalmente realiza y una de ellas lleva su nombre. A esta dama se le ha concedido por la Asociación Nacional de la Camelia la "Camelia de Oro". ¡Bien merecida la tiene!
Sería imposible recordar a todos los participantes que han llegado a Turón, todos y cada uno hacen un trabajo exquisito con sus camelias, la pasión por la belleza de esta planta nos embarga a unos y otros y me recuerda también la pasión de Claude Monet* por las flores, el decía "La jardinería es algo que aprendí en mi juventud, cuando era infeliz" o aquella otra frase de "tal vez le deba a las flores el haberme convertido en pintor"?
Bibliografía: *Ana Echeverría
