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Dando la lata

Casillas seguras

¿Quién si no va a tener dineros escondidos en los paraísos fiscales? La gente normal no, por supuesto. ¿Y por qué la comunidad internacional consiente la existencia de estas rarezas? Pues por la sencilla razón de que los poderosos las necesitan para tener siempre disponible un buen fajo de billetes en caso de que la situación se tuerza. Porque los mandatarios, las casas reales, las sagas políticas y económicas saben que lo que hoy es paz y armonía mañana se convierte en fuego y desolación. Cuántos gerifaltes han tenido que salir por patas, casi con lo puesto, huyendo de la furia del pueblo. Cuántas empresas en teoría limpias y solventes se han ido revelado como tramposas y sucias. Cuántos corruptos se saben en riesgo de que antes o después alguien levante las alfombras. Toda esa gente necesita cajas fuertes bien escondidas, casillas seguras en el gran monopoly del mundo.

¿Por qué Hitler lo invadió todo a su alrededor excepto Suiza? ¿Por qué hay lugares en esta tierra que parecen intocables? Pues porque son las casillas seguras. Si yo soy un quinqui de alto nivel y robo a mi país, a mi empresa y a todo lo susceptible de ser robado, necesito que cuando vengan mal dadas, que vendrán, no me pille el toro con el dinero encima o a la vista. Y si soy miembro de una familia real, puesto que se cómo funcionan estas cosas, que lo que hoy es azul mañana pasa a ser rojo, en previsión de que un día me den una patada en el trasero y me pongan en la frontera, algo hay que tener a buen recaudo. Y si soy un banquero que confía más bien poco en la salud del sistema financiero global y, en particular, del de su país, lo suyo es asegurarme de que, si el chiringuito se cae a cachos, a mi no me pille de lleno. Y si además de los asuntos perfectamente legales, tengo algún negociete poco presentable pero muy rentable, no voy a ser tan tonto de guardar unos dineros que huelen que tiran para atrás en la misma bolsa que la nómina.

En resumen, las casillas seguras son la prueba de que los que dominan este mundo no se fían un pelo de lo que están haciendo.

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