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En apoyo a Bernie Sanders

Una visión desde Mieres sobre los candidatos a la Casa Blanca ante las elecciones de 2016 en EE UU

Este año electoral en Estados Unidos -y quién sabe si también en España- constituye una cita con las urnas un tanto peculiar, tal vez impredecible, e indudablemente apasionante si bien es cierto que la sociedad norteamericana suele optar por elevados índices de abstención y por un bipartidismo arraigado e institucionalizado, con candidatos en realidad conservadores para lo que serían nuestros parámetros europeos, incluso en el caso de los allí llamados "liberales".

Durante décadas el perfil de "presidenciable" era sencillamente predecible: varón, blanco, casado y veterano de la Segunda Guerra Mundial o de Corea. Había cierto margen a lo exótico, pero siendo ese margen muy estrecho en todo caso. Por ejemplo, Kennedy fue el primer Presidente católico y Reagan el primer Presidente divorciado y actor de Hollywood aunque cuando se presentó a las elecciones estaba convencionalmente casado desde hacía décadas con otra actriz de la Meca del Cine, fallecida en fecha reciente.

Hace ocho años la tendencia cambió de forma ilusionante al ocupar la Casa Blanca un candidato afroamericano. Era el primero e iniciaba una senda esperanzadora para otros colectivos de población tradicionalmente relegados en la carrera presidencial. En 2016 las opciones son abiertas: puede ser que Hillary Clinton, ex "primera dama" de la nación, se convierta en la primera mujer en "desempeñar el empleo" de Presidente de los Estados Unidos. O puede ser que lo consiga un magnate de tono agresivo y formas políticamente incorrectas llamado Donald Trump, cuyo discurso simboliza ya un pensamiento tan estrafalariamente reaccionario que es capaz de escandalizar al mismo "Tea Party" y de atemorizar al Partido Republicano, su propio partido. Parece haber motivos para ubicar a Trump muy a la derecha de Reagan, de Bush y hasta de Nixon (si tal cosa fuera posible).

Pero en este escenario se reafirma y se consolida la figura de otro candidato, político de amplia trayectoria con logros y capacidad bien demostrados. Me refiero al Ilustre Senador por Vermont, Bernie Sanders, cuya coherencia, sólido discurso y claridad de ideas han despertado una ola de adhesiones impensable para las maquinarias partidarias incluso del mismo Partido Demócrata por el cual concurre a las primarias y para quien este veterano socialista (a la izquierda de Roosevelt y de Carter, próximo tal vez a lo que representó en su momento Henry Wallace) está resultando más incómodo de lo que pudieran pensar cuando presentó su candidatura "independiente" dentro del partido.

Llegar hasta donde lo ha hecho supone ya un enorme éxito pero es que aún resiste, Estado tras Estado, en una carrera de fondo que engrandece a cada paso su proyecto y permite atisbar un horizonte donde, por vez primera, un socialista y una candidatura de izquierdas alcanzarían la Presidencia. Realmente, existe el tópico relativo a que la totalidad del Pueblo norteamericano se identifica con valores ultraconservadores pero esto no es cierto, tal como demuestran los resultados de Sanders y como la Historia deja patente al recordar a los brigadistas que formaron el Batallón Lincoln, a los soldados que lucharon contra Hitler, a quienes realizaron movilizaciones masivas contra la segregación racial o contra la intervención en Vietnam. La sociedad norteamericana resulta más compleja y heterogénea que la caricatura a la que habitualmente algunos tratan de reducirla.

Por todo esto, ya en nuestro país, una formación política nueva como es "Alternativa Socialista" ha emprendido una iniciativa igualmente novedosa y de interés general consistente en mostrar su simpatía por medio de las redes sociales hacia una candidatura concreta en la carrera a la Presidencia de los Estados Unidos. Es la primera vez que esto se produce en dichos términos, al menos en Asturias, y se plantea -como es lógico- sin pretender interferir en el proceso sino con todo respeto hacia la Democracia norteamericana, su independencia y madurez, superando la tradicional y pacata tendencia "antiyankee" de la izquierda española. Para ello se ha formulado un Manifiesto de ámbito estatal en apoyo al Candidato Bernie Sanders desde la convicción que, en un mundo globalizado, las decisiones que se adopten en Washington no son ajenas a nuestra propia existencia y forma de vida por lo cual parece procedente posicionarse- aunque sea de forma testimonial- en ese proceso cuyo resultado va a incidir directa o indirectamente en aspectos cotidianos que nos atañen.

Las relaciones bilaterales USA-España (pero también con Cuba, China, Rusia, el mundo árabe y Corea del Norte), la lucha contra el terrorismo, los términos del Tratado (TTIP) de Libre Comercio con la UE, la gestión de la política migratoria, la distribución de la riqueza mundial, la preservación del medio y el ambiente no serán abordadas de igual forma por unos candidatos o por otros y como "ciudadanos del mundo" todos debemos sentirnos concernidos por la política estadounidense.

Finalizo pues, invitando a las lectoras y lectores a que se interesen por este Manifiesto presente en Internet.

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