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Langreo, concejo laico

La posibilidad de que la imagen de la Virgen del Carbayu abandone el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Langreo gobernado por IU y Somos, y respaldado por el PSOE y Ciudadanos, aprobó en sesión plenaria adherirse al proceso de constitución de una Red de Municipios por un Estado Laico. A ello se opusieron los ediles del PP, cuyo portavoz "rogó" al equipo de gobierno: "Por el bien de Langreo retiren la moción que nos van a convertir en un municipio proscrito". No me parece que la adhesión aprobada convierta a Langreo en "proscrito". Más bien, al contrario; algunas personas, presuntas servidoras del interés público, no acaban de comprender que la instalación de símbolos religiosos en establecimientos públicos, en este caso el Ayuntamiento de Langreo, es una propaganda católica a todas luces abusiva, que lleva implícita violencia sobre la libertad de conciencia de todas las personas que no sienten / sentimos esas creencias católicas como nuestras, e incluso de muchas que siendo católicas no coinciden con la parafernalia y valores de la jerarquía católica. Y las instituciones públicas democráticas no deberían consentir esos comportamientos colectivos, claramente violentadores de la dignidad de todas las personas que no se reconocen en esas creencias particulares. De ahí, que la decisión tomada en el Pleno consistorial, sea, en mi opinión, acertada.

Una democracia se basa en la igualdad jurídica de todas las creencias y cosmovisiones, incluyendo las no religiosas y las antirreligiosas, y todas las personas que sustentan estas creencias tienen el mismo derecho de ciudadanía. Reconocer un estatus social, político o jurídico privilegiado para las creencias religiosas (católicas, en este caso), mediante exhibición de símbolos religiosos en lugares públicos rompe el único vínculo común posible entre todos, que es el vínculo de ciudadanía, lo que implica la fragmentación de la sociedad en confesiones y el enfrentamiento entre las distintas alternativas que representan, dando alas a situaciones indeseables.

La tibieza mostrada, hasta ahora, por la autoridad civil, hacia el poder eclesiástico, lleva implícita la idea de que la razón civil, que viene de la legitimidad democrática, es insuficiente para el funcionamiento de la sociedad y las instituciones que la representan, como son, entre otras, los ayuntamientos, siendo esa insuficiencia "complementada", permanentemente, con la moral religiosa (católica). Para que esa moral no decaiga, que mejor que la comparecencia en forma de símbolos e imágenes que nos recuerden la presencia de la religión en instituciones ciudadanas como injerencia insoportable de la jerarquía católica, con el mensaje implícito: "La religión es el 'cemento' de la sociedad, sin ella, la convivencia sería imposible".

Las personas que defendemos la laicidad, más allá de la supuesta confesionalidad actual, pretendemos un marco en el que sea posible la convivencia en el pluralismo y la libertad entre iguales, con instituciones políticas neutrales respecto a cualesquiera creencias o convicciones, sin privilegios de ninguna clase. Y esperamos de las personas que nos representan en las instituciones (léase Ayuntamiento de Langreo, en este caso) que levanten la voz (no hace falta gritar, sólo decisión y firmeza política) en defensa de los principios del laicismo, que no son otros que los de la democracia. ¿Es acaso alguna agresión, lo decidido en el Pleno comentado, como se está desprendiendo de algunas declaraciones claramente beligerantes con la democracia, en consonancia con el discurso confesional católico, bien financiado con dinero público? Muy al contrario, significa llanamente que en una democracia constitucional, como la española, no puede tener cabida ningún privilegio para creencias particulares confesionales.

El alcalde de Langreo parece que tiene previsto consultar o hablar con la iglesia y "los afectados" si quitar o no la estatua de la Virgen del Carbayu que preside desde una hornacina el Ayuntamiento de Langreo; consecuencia lógica de lo aprobado en el Pleno.

La verdad que no se entiende tal consulta; una cosa debería de estar clara: mientras el Ayuntamiento si es público y representa a los langreanos y langreanas, la iglesia, en este caso la católica, es una entidad privada que solo y únicamente representa a sus creyentes. No me parece que la entidad religiosa consulte o deba consultar con él sus actividades dentro de sus templos; por lo mismo, entiendo que se debería obrar en consecuencia desde la Casa Consistorial No se trata de "escandalizar" como parece entender el Alcalde a nadie, sino ser consecuente con el acuerdo tomado. En cuanto a consultar a los "afectados", pregunto quiénes son esos o esas ¿los y las creyentes? Y a las personas agnósticas o ateas o simplemente indiferentes quién las consulta.

No se trata de hacer "casus belli" del tema. Efectivamente la estatua de la Virgen lleva muchos años en el lugar actual y sacarla de ahí rechina en alguna gente. Voluntad, coraje y coherencia es lo que hace falta ante los poderes de los de siempre. Lo contrario sería mostrar que lo decidido en el pleno del Ayuntamiento es mero "postureo". Eso, sí, con paciencia y prudencia, ambas virtudes no son excluyentes de la coherencia.

Ya Pascal previó, al mantener que para creer en Dios lo mejor era aficionarse al agua bendita. Y a buen seguro, algunos parecen haberse caído en la marmita. Que no sea esto lo que ocurra al Alcalde y concejales. Veremos.

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