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Fernando Delgado

La otra "naranja mecánica"

Exjugadores del Deportivo Riosa se reúnen el sábado en El Llerón

En junio de 1977 se celebraban en nuestro país las primeras elecciones democráticas bajo la sintonía del "Habla pueblo habla" y "Libertad sin ira" del grupo onubense Jarcha mientras en el fútbol triunfaba el novedoso estilo de la naranja mecánica holandesa, liderada por el recientemente fallecido Johan Cruyff, finalista en el Mundial de Alemania 1974. La selección de los Países Bajos también fue subcampeona en Argentina 1978 liderada entonces por Rob Rensenbrink. Todos los equipos de aquella época querían jugar al fútbol total como los holandeses Ruud Krol, Johnny Rep, Ari Haan o Johan Neeskens, aunque nunca llegaron a ganar ningún campeonato.

Lo mismo pasó en Riosa. Con la llegada de la democracia un grupo de amigos se animó a fundar el Club Deportivo Riosa, identificado durante estos últimos cuarenta años por su casaca naranja, quienes fundaron su equipo sin contar entonces con campo de fútbol propio. Una auténtica locura. Se inscribieron en el Torneo Federación de 1977 y solicitaron permiso a Hunosa para poder jugar los partidos en su campo de Ablaña, en Mieres.

En la temporada siguiente de 1978 se inscribieron en Segunda Regional y llegaron a un acuerdo con la Federación Asturiana de Fútbol para jugar todos los encuentros de la primera vuelta fuera de casa mientas se construía su nuevo campo en Riosa. El Llerón se inauguró contra el San Lázaro el 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara, patrona de los mineros, profesión que ejercían entonces la mayoría de futbolistas riosanos en el Pozo Montsacro. La ventaja fue que jugaron todos los partidos de la segunda vuelta de locales en su nuevo campo. Desde 1977 hasta 2016 el equipo ha militado en Segunda y Primera Regional a excepción del año 1997 que ascendieron a Regional Preferente tras un épico e histórico partido en San Juan de La Arena cuya crónica fue recogida por LA NUEVA ESPAÑA y está depositada en un lugar preferente en la sede del club. Durante sus cuarenta años de historia han vestido la elástica de la naranja mecánica riosana más de mil quinientos futbolistas en sus distintas categorías de regional, juvenil, infantil, cadete, alevín y benjamín. El campo de El Llerón evolucionó del inicial barro a la posterior arena y hasta la actual hierba sintética.

Entre los futbolistas que se formaron en el Riosa cabe reseñar al atleta paralímpico Alberto Suárez Laso, campeón de la maratón de Londres 2012, que jugó de portero y al centrocampista Pablo Díaz, por quien el club cobró 400.000 pesetas como derechos de formación cuando este joven riosano que había jugado en el equipo alevín fichó por las categorías inferiores del Real Oviedo donde llegó a jugar varias temporadas en Segunda división. Fue el único jugador profesional que salió de la cantera del club, aunque también el delantero centro Jose, otro riosano, jugó en el Real Oviedo del ascenso a Primera División en 1988. Otros históricos futbolistas de la naranja mecánica riosana fueron el defensa Avelino, conocido en todos los campos asturianos por la fuerza con que pegaba al balón ya que sus pelotazos dejaban tumbados a varios contrarios o entraban en red como un obús, el fino centrocampista Manuel Martín, los seguros porteros Tinti y Julio o el lateral izquierdo Juanín. Estos últimos han sido los futbolistas que en más ocasiones han vestido la elástica naranja en la historia del Club.

La directiva actual está formada por Toñito, Tinti y Darío, tres históricos personajes que fueron cocineros antes que frailes, es decir, futbolistas antes que directivos y que siguen trabajando con la ilusión y entusiasmo del primer día a pesar de llevar varías décadas en el club y encontrar numerosos obstáculos para poder desarrollar su labor.

La historia del Riosa no se entendería sin la persistencia, el trabajo y dedicación del actual presidente Antonio Villarejo Botias "Toñito", quien ya formo parte en 1977 de la primera plantilla como jugador-directivo y sigue el pie del cañón cuarenta años después. Un auténtico referente del fútbol modesto que sustituyo como presidente a "Proaza", otro histórico del club ya fallecido. En 2013 la Federación Asturiana de Fútbol le reconoció como el mejor directivo del fútbol asturiano aunque Villarejo no es amigo de los homenajes sino de trabajar en la sombra. En todos estos años ha ejercido como taquillero, atendiendo en bar, pintando el campo, como recogepelotas yendo a por los balones que caían al río, como entrenador del equipo de regional y juvenil y como futbolista. No le queda nada ya por hacer. La mayor recaudación del club fue por unas fiestas locales del Rosario en la década de los ochenta del siglo pasado en un partido de Segunda Regional entre el Riosa y el Covadonga en el que alcanzaron las 120.000 pesetas de taquilla cuando por los derechos arbitrales se abonaban 2.000 pesetas. Esta situación contrasta con la realidad actual de las taquillas de los últimos partidos de 30 euros abonadas por seis espectadores cuando se abonan 87 de gastos arbitrales. El club cuenta actualmente con 250 socios y la mayoría del presupuesto se cubre también con las rifas del jamón que vende Tinti, histórico portero, durante toda la semana. El fútbol profesional y las televisiones han acabado con el fútbol modesto, sin embargo, todavía quedan Quijotes como Toñito, Tinti y Darío que se resisten a dar el partido por perdido y siguen con su humilde lucha trabajando por el fútbol modesto riosano y asturiano. Seguro que los exfutbolistas de la naranja mecánica riosana que se reunirán este próximo sábado en El Llerón sabrán agradecérselo.

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