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Por el camino

El sábado, marcha senderista al valle de Frechura

El pueblo de Felguerúa espera la reparación de sus accesos

En pleno auge primaveral se suceden actos que giran en torno a un intento de supervivencia de la comunidad mierense. Este próximo sábado, la Asociación Cultural "Los Averinos" de Lloreo, avalada por el patrocinio y colaboración del Ayuntamiento y de diversas asociaciones afines, anuncia, con el lógico interés la V Marcha Senderista al Valle de Frechura, por la ruta del antiguo ferrocarril de Minas de Riosa hacia el concejo de Morcín.

Un atractivo programa habla de salida, a las once y media desde La Pereda, con reparto de bollo preñáu en La Estación y la continuidad hasta Frechura y regreso para dar buena cuenta del sabroso manjar recibido, de nuevo en la Estación, donde se venderán vales del bollo y bebida al precio de siete euros, más luego el café a uno.

Como final de la caminata y el buen yantar, la organización ofrece un recital de canción asturiana a cargo de los intérpretes Castañón, Celestino, Lobo y Toral, acompañados de los gaiteros Noriega y Chema. Como es natural los impulsores de esta marcha, bajo la batuta de su presidente Celso Suárez, que se presenta con el sano slogan de "camina por tu salud y respiran sin humo", no se hace responsable de las posibles incidencias que durante la marcha se pueden producir y aconseja llevar linterna, teniendo en cuenta que algunos túneles del recorrido no tienen iluminación. Así pues, a darle aire al paso marcial por la senda que ofrece hoy día la parroquia de Lloreo, en plena ruta cercana al concejo morciniego.

La propuesta: Es indudable que obras son amores y no buenas razones. Así lo entiende los veinte vecinos (aproximadamente), de un pequeño pueblo de Mieres, cercano a Figaredo y llamado Felguerúa que, en su último tramo de carretera de acceso tienen unos 400 metros de longitud, convertido en un auténtico calvario, sobre todo para vehículos y personal de a pie, por su colección de baches, socavones, argayos y demás material desechable. Uno se pregunta, a modo de propuesta, si entre los últimos pliegues de los fondos mineros no quedará algo de "mejunje" aprovechable para la reparación conveniente, haciendo posible que algunos de sus habitantes no tomen las de Villadiego, por eso de las dificultades de comunicación. Se trata únicamente de una cándida reflexión, aunque lo cierto es que el problema está ahí, vivito y coleando.

La crítica: Y esta vez con todas las de la ley. Pregunto. ¿Hace tiempo que ustedes, cualquier recto ciudadano de este noble pueblo no se da un paseíllo, de ida y vuelta por el paso subterráneo que une la calle Manuel Llaneza con el puente de La Perra? Pues bien, para pleno conocimiento del órgano municipal, la Tertulia "Por el Camino" invita a nuestras autoridades que se den una vuelta por el mencionado escenario a fin de descubrir lo que allí ocurre. Y no se trata solo de orines y excrementos de los perritos que suelen pasear por la margen izquierda del río Caudal. Sin más, ojo pues ¡al dato!

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