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Por el camino

La música, interés popular

La reclamación del parque Jovellanos como escenario de exhibiciones musicales

Hay cuestiones en los pueblos y núcleos humanos que, por su ritmo cotidiano o bien pasan desapercibidos o no se les da la importancia que realmente tiene. A pesar de que Mieres ha perdido unos cuantos de sus poderes de reciente historia, aún cuenta con algunos a los que se les podía sacar cierta rentabilidad. Uno de ellos es la existencia de valores musicales como exponente del interés popular. Y en base a dos circunstancias va el comentario.

Abiertos ya y en uso -creo entender- las aulas de ensayo de La Peña, para grupos musicales, ¿por qué no pensar en sacarle a este hecho una rentabilidad determinada, como pueden ser pequeños conciertos en la cancha y auditorio del parque Jovellanos, para conocimiento de la ciudadanía y de aquellos que sienten muy cerca el eco de ese tipo de melodías? Cierto que esta santa casa presenta una media o índice de edad en sus habitantes un tanto avanzada, pero también existe aún el aliento de nuevas generaciones que desean dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas, en este caso lo que ofrecen esos grupos de nueva o renovada factura.

Hace años, unos cuantos, el mismo escenario era base de operaciones de un ofrecimiento gratuito que brindaba por aquel entonces la Banda Municipal de Música de Mieres. Eran, ni más ni menos, que los bailables de los jueves, bien aprovechados por una juventud que, ahora, por la fuerza del tiempo, peina canas. Tampoco sobraría que, aprovechando la realidad de que seguimos contando con una banda musical, por arte de unos enamorados de la faceta, también nos planteamos la posibilidad de que, asimismo, volvamos a sentir los acordes de algún pasodoble o bolero que recuerde los tiempos pasados y haga posible, a más de una pareja soltarse el pelo a base de compases. Es una sugerencia. De todas formas, ojo pues, ¡al dato!

La propuesta: Recogiendo el ruego del simpático cartelito colocado, por dos vecinas, madre e hija, cansadas de tantos robos, con el texto de que "No se lleven las flores de las jardineras del parque de La Pasera. A cien metros tienen ustedes una floristería", recomendamos, con la mejor de las intenciones, a la ciudadanía de este histórico rincón del casco urbano mierense, que respeten la recomendación de estas dos vecinas y dejen crecer la flora en la entrañable escenario. Es lo correcto.

La crítica: Hombre... resulta materialmente imposible hacer uso de la pasarela peatonal que debería librar, sin peligro alguno, el obstáculo que supone la vía del ferrocarril de Renfe a la altura de Santullano, concretamente como paso obligado al denominado barrio de El Norte. Construido hace bastante tiempo tiene, como medio de elevarse, unas escalaras pendientes que, resultan insoportables para cualquier usuario, máxime si la edad ya pesa. Incomprensible en estos tiempos, cuando ahora se usan rampas sin grandes desniveles. Ojos pues? Ya saben.

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