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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Un encierro para cerrar

Antes, los mineros se encerraban para evitar cierres. Ahora, las entrañas de los pozos los acogen para poder cerrar. Parece una paradoja, pero no lo es. Cuatro trabajadores que permanecen desde el lunes en el interior del pozo Aurelio de la Hullera Vasco Leonesa, en Pola de Gordón, para que el Gobierno apruebe las ayudas que permitan el cierre ordenado de su empresa. Si las subvenciones para clausurar su explotación llegan, unos podrán prejubilarse, otros seguir trabajando en el cierre y el resto irse a casa con indemnizaciones. Si las ayudas no se aprueban, a finales de julio, la mayoría se irá al paro. La agonía minera es dura. No sólo en León, sino también en Asturias. Ya lo sufre el Suroccidente y cuando le toque a Hunosa, unos cientos de trabajadores pueden quedar en el limbo laboral. No podrán prejubilarse y ya se verá si en la empresa habrá tajo para ellos, cuando sus pozos echen el cierre a finales de 2018. Es difícil hasta cerrar.

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