Las excavaciones de la Carisa, la historia romana de Asturias y del primer milenio de la era cristiana, no esquivan los ajustes de la crisis. Para la campaña de este verano sólo se dispondrá de 13.000 euros. Y eso que fueron aportados por dos gobiernos autonómicos y varios ayuntamientos: Aller, Lena y el leonés de Villamanín. La bolsa no da para más. La Carisa es uno de esos patrimonios culturales intangibles que pueden aportar gran riqueza a las Cuencas. Ahora que se ve en el turismo una importante fuente de recursos, cuando la industria minera y siderúrgica se borra del horizonte, reconstruir los asentamientos romanos y medievales (también allí se libraron batallas de astures y moros) constituirá un buen reclamo para los turistas. No es mucho el dinero disponible y además se abonará en especie y en efectivo. Casi parece una sextaferia. Pero bueno es que las excavaciones no se detengan. Menos da una piedra, si no tiene valor histórico.
