Pues, sí. Sin la necesidad de ser un experto en la materia, a uno se le antoja interesante la noticia recogida, hace pocas fechas, por David Montañés, en LA NUEVA ESPAÑA, acerca de la iniciativa de la Cooperativa de "El Mareal" sobre el aprovechamiento de algunos recursos naturales que florecen, como setas en primavera -valga la comparación- por las zonas de la Montaña Central. En el subtítulo dice que "un millar de propietarios de montes se interesa por su participación en dicho proyecto, con vistas a vender y comprar productos, entre ellos combustibles a bajo precio" y, por otra parte abrir la posibilidad de un banco de tierras "con el fin de ceder parcelas a desempleados o simplemente interesados en poder gestionar planes vinculados al sector agroalimentario".
Señores, con los pies en la tierra, a la vista está que el un día llamado "oro negro", y no precisamente petróleo sino carbón, nos está diciendo el último adiós a pasos forzados y, ante la panorámica que presentan los asuntos de la Unión Europea, ahora mismo con el hándicap de una posible "huida" de los ingleses, tampoco resulta un aliento pensar que las compensaciones económicas a la total desaparición del mineral hullero, estén plenamente aseguradas y de cara al futuro, si es que se producen, debidamente repartidas. Anteriores ejemplos han puesto en tela de juicio los criterios que se siguen en estas cuestiones y los "desvíos" que en ocasiones se producen, como que no quiere la cosa.
Entonces, y ante tales disyuntivas, ¿qué nos queda? Con una simple mirada, muy poca cosa para mantener un mínimo de dignidad demográfica y que la historia de los pueblos de la cuenca del Caudal, con Mieres a la cabeza, no tenga que bajarla definitivamente para despedirse hasta de su pasado.
Pero algo aparece como alternativa. Y es la imaginación convertida en lo que se ha dado en llamar el "afán de los emprendedores" o si me permiten, "la valentía de los supervivientes". Bien por los maderistas de "El Maeral" y que estos, sus actuales pasos, no caigan en saco roto... Que de rupturas y quiebras estamos hasta arriba.
La propuesta: Bueno. Pues, claro está, tal como se comenta en la Tertulia "Por el Camino", si se busca la colaboración ciudadana en todos los frentes, no olviden, nuestras respetadas autoridades, que se impone facilitarles medios. Para muestra, la colocación de contenedores en determinados puntos del área metropolitana e incluso pueblos de cierta envergadura, para la recogida de aceites usados. Ya sabe. Hasta hace poco se depositaban en las alcantarillas a través de los "escusados". Y eso no es de recibo. Por consiguiente (como diría Felipe González), el que quiera peces - la correcta respuesta ciudadana - que se moje el trasero? Y no precisamente con aceites usados.
La crítica: Váyase usted dando un paseo por la acera derecha de la avenida de Sama desde El Poliar hasta las cercanías del cementerio municipal - pos desgracia trayecto obligado para muchos mierenses - y salvo un tramo, la altura del paso peatones a la santa calzada, es hasta escalofriante con peligro de un tropezón y caída en la misma vía. Así que, ojo ¡al dato!.
