Los hermanos Marx alimentaban una locomotora de vapor, en su aventura en el Oeste americano, al grito de "¡traed madera, es la guerra!". Es una de esas escenas míticas del cine que ha trascendido al manual de dichos populares. Los sufridos usuarios de Feve podrían utilizarla estos días, ante la falta de "personal y material" en la que se escuda la compañía para suspender cada jornada decenas de servicios sin aviso previo. Vista la debacle de la compañía de vía estrecha, podemos imaginarnos al mismísimo Groucho organizando tal Apocalipsis ferroviario. Centenares de viajeros abandonados en estaciones y apeaderos a su suerte, sin noticia alguna de si el convoy pasará hoy o no. Tanto despropósito sólo puede ser intencionado. No cabe en cabeza de empresa seria este desaguisado, si no tiene como objetivo su descarrilamiento controlado. Que nadie se extrañe si ve pasar un tren en el que gritan a coro sus pasajeros: "¡Traed madera, es la Feve!".
