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Fiestas, solidaridad y visión turística

Han concluido hace ya casi dos semanas las patronales de San Xuan y Mieres respira el viento veraniego con vistas al mar (en sentido figurado) y a las exóticas vacaciones en países fuera del mapa español. Es lo que impone la moda siempre supeditada a la disponibilidad dineraria. Pero pese a un tiempo impropio de las fechas -eso sí con presencia activa y abundante del orbayu sanjuanino- todo el programa se desarrolló según las previsiones, desde un pregón y concierto musical de esa jovencita mierense que va para estrella y se llama Paula Rojo, hasta la noche del Patrono, con fuegos artificiales, foguera y danza prima. Al final, satisfacción en muchos órdenes que es lo que cuenta a la hora de los balances.

Claro que si felices nos sentimos ante la oportunidad de un garbeo por otros lares con mayor atractivo, sobre todo turístico, a uno le entra cierto resquemor al contemplar que, precisamente en esta época, y salvo la convocatoria de alguna que otra fiesta patronal de núcleos más o menos importantes, Mieres, desde ese punto esencial de esta época, como es el tirón del turismo, se le antoja que no tiene campana que tocar. Se habla, se dice, se promete y se anuncian medidas solventes para abrir una puerta a la esperanza con el patrimonio industrial del concejo. Pero no acaba de aparecer un mapa lo suficientemente atractivo como para lanzar eso, las campanas al vuelo. Y el tiempo pasa y aquí no hay pito que tocar. En fin?

Ya fuera del cotarro festivo, hemos podido comprobar la presencia de mesas petitorias, en algunos puntos del casco urbano, a favor de la Asociación de Lucha contra el Cáncer que preside, en Mieres, Loli Olavarrieta. Desconocemos en estos momentos el balance de la cuestación, aunque es de suponer que los mierenses, solidarios ellos, hayan dejado una pequeña reserva para contribuir a esa justa ¿lucha? -mejor guerra sin cuartel- contra la terrible enfermedad de nuestros tiempos.

Sin más, tocan plácemes y satisfacciones. Por ejemplo, el detalle de que, en La Mayacina, donde se desarrolló un festival musical, por esta ocasión se colocaron letrinas de forma y manera que la gente apurada tuvo lugar adecuado para evacuar, no como en años anteriores, cuando la parte trasera del barrio de Santa Marina se convertía casi en una especie de estanque "aromático" de variados matices. Por esta vez, pleno acierto a cuenta y mérito de la organización.

La propuesta: Oiga, que seguimos en línea. ¿Han visto ustedes un vídeo de Viajes Nautalia sobre Mieres? Comercial sí que es, pero uno, que lo ha visto y revisto, no tiene inconveniente en aplaudir la idea, la concepción, el diseño y los resultados. Porque, dicho sea a tiempo, es todo un reflejo fiel, turísticamente hablando, de lo poco que puede ofrecer Mieres. Así que, tomen nota aquellos a quienes corresponda bajo el imperativo de ¿ojo al dato!

La crítica: Hay que ver los problemillas que nos traen algunos ríos. Sin ir más lejos el San Juan a la hora de arrojar sus corrientes al Caudal ofrece un aspecto lastimoso con suciedad, vegetación y maleza a pasto. Será cosa de Hidrográfica del Cantábrico, pero un toque de corneta no sobraría.

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