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La dura y pura realidad de la comarca

La cuenca del Caudal no cuenta para el turismo asturiano con centros para atraer visitantes

Puede resultar insistente y cansino, pero de obligado cumplimiento. Mieres, cabecera de comarca y toda la ruta de Aller y Lena, así como el resto de la comarca del Caudal, no cuenta, por lo visto, con elementos suficientes para el turismo regional. Y me remito a los datos exhibidos por LA NUEVA ESPAÑA, el pasado 28 de junio, en su programación "un verano para conocer el patrimonio y vivir la naturaleza".

En una amplia exposición de dos páginas se presentan, comarca a comarca, población a población, los distintos puntos estratégicos, dignos de ser visitados. Y por lo que respecta a las Cuencas, he aquí la relación: Museo de la Siderurgia de Langreo, Museo de la Minería de El Entrego, Pozu Sotón, Ecomuseo de Samuño en La Nueva, Casa Natal de Palacio Valdés en Laviana, Casa del Agua en Rioseco, Museo de la Madera de Veneros y Museo de la Apicultura de Tanes en Caso, y Centro de Interpretación del Parque de Redes en Campo de Caso. Ni una sola referencia a la cuenca del Caudal, donde, pese a nuestras carencias, existen testimonios claros de la historia (verbigracia arquitectura prerrománica Santa Cristina de Lena o el parque de Las Ubiñas con su Centro de Interpretación, por citar algunos).

Pero ya deteniéndonos en el concejo mierense a uno le tiemblan los dedos sobre el teclado del sistema escribidor. Y no precisamente por la edad. Y es que, aquí, son pocas, poquísimas, las oportunidades de recrearnos en el encanto turístico, si nos olvidamos de ese elemento aglutinador que es la buena gastronomía. Ahí sí que damos en el clavo, pero?

Vamos a ver. Mieres, capital, tiene ahí, en el viejo bario de la Villa, su edificio más antiguo que responde a la Casa Duró, precisamente en la plaza del Carmen donde también está la capilla dedicada a la Patrona y junto a ella -pegadito- un moderno edificio de varias plantas que representa toda una agresión a la vista. Y la Casa Duró permanece vacía sin perspectivas de ser dedicada a un canto cultural o turístico. Se dice que en San Pelayo de Gallegos existe un museo etnográfico (a puerta cerrada, claro) y que Cenera tiene el suyo costumbrista asturiano, sin que de ello se diga nada o poco menos que nada. Que ahí está, a la vera del camín, rozando casi el concejo de Aller, el típico poblado obrero de Bustiello creado en su día por el Marqués de Comillas con tono paternalista, pero hoy considerado un elemento representativo de gloriosas épocas, recientes si se quiere, pero de cierto valor del pasado.

La propuesta: Me niego en esta ocasión a concretar algo. Tomen nota los que se consideren representantes de esta triste aunque auténtica realidad expuesta anteriormente, y a ver si se adopta alguna medida.

La crítica: La Tertulia "Por el Camino" quisiera callarse e ignorar los hechos. Pero no es posible y deja constancia de su desacuerdo con lo ocurrido recientemente en el paseo que conduce de Requejo a Rioturbio, cuando un perro, por lo visto suelto, mordió a un señor de cierta edad y cuando el agredido lo amenazó con el bastón, parece ser que fue avisada la Policía Local, y un agente le recriminó su intento de lo que podría denominarse "defensa personal". Luego los hechos se aclararon y todo quedó en su sitio. Bien está el respeto, cuidado y atención a estos animalitos de compañía, aunque nunca anteponiendo sus derechos al de los ciudadanos. Sin más, ¡ojo al dato!

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