Ahora siento no haber grabado las conversaciones del jurado del Concurso Cuenca del Caudal. Por quedarme con los comentarios de Tino. Recuerdo una de las últimas votaciones. Alguien acababa de cantar "Voi vender toes les vaques". Berto Varillas señaló un par de notas de floreo un poco desajustadas de tono. Xaime Arias valoró muy bien el tempo y el color de la voz. Y Tino comentó que faltaban notas en "les vueltiquines" con que finaliza la canción. Como ejemplo de lo que decía cantó esa línea musical y dio exactamente "eses vueltes". Berto Varillas buscó la intervención del concursante en su grabadora y todos lo comprobaron: claro que faltaban "vueltiquines". Entonces venía la discusión o, mejor, el intercambio de opiniones: por un lado "les vueltes" que había dado el concursante estaban correctamente dadas, con algún pequeño desajuste. ¿Existía un patrón de esa tonada? No era necesario un patrón, comentaba Tino, sino un gusto. Cada tonada requiere "unes vueltes", cuando se dan de menos la canción no luce, cuando se dan de más a la canción le sobran.

Es muy difícil ser jurado de cualquier concurso de canto. De tonada asturiana, sin duda. De tonada ayerana, por supuesto. Y con Tino Arnizo teníamos la sabiduría del maestro y la maestría del campeón. Unido al hecho de ser tan buena persona -tan "bona xente" como seguimos diciendo los que venimos de sitios tan pequeños como Arnizo-, que sin duda lo echaremos de menos como maestro, pero mucho más como persona.

Me mandó un Whatsapp Liliana Castañón, me llamó al teléfono Facundo Fernández y leí la noticia a través del Facebook de Alberto Cienfuegos "Michel". En todos los foros y por todos los medios se corrió la triste noticia de su desaparición. Con todo, nos queda su sonrisa cuando en 2013 le dedicamos un día dentro de las jornadas de cierre del Concurso Cuenca del Caudal y el recuerdo (grabado en el programa Sones de TPA) de su interpretación magistral a la gaita de "Cuando yo salí d'Asturies". Junto a tantas otras que fuimos grabando a lo largo de los años en diferentes programas y que ahora nos quedan de archivo. Como "Dicen que'l valle d'Ayer", en el Día de Elías el de Fulgencio, "Pinchéme con una espina", en el Día de Jaime Caleya, "A to puerta yo planté", en el Día de Tino Mayaín, o una impagable "Voi vender toes les vaques", en el Día de Aquilino el de Polio. Entre tantas otras.

Hace pocas semanas lo tuve a mi lado en Cantadera. Cuando le comentamos como iba el sistema de puntuaciones del jurado y que, como esbillador invitado, podía hacer lo que quisiera, volvió a darnos una lección de su forma de hacer: yo haré como Berto Varillas, si el participante canta mal puntuaré menos, si canta bien puntuaré más. Y así lo hizo. Y así lo recordaremos.