Los mimbres, por sí solos, no hacen el cesto. Se requieren manos y voluntad para darle forma. El símil puede ser utilizado para describir la situación del sector turístico de las comarcas mineras. Tiene materia prima suficiente: parques naturales de gran belleza, con rutas y cumbres, y ahora un albergue de montaña en Brañagallones; estaciones invernales con gran aceptación, y una amplia y variada oferta de museos ligados a la industria y a la minería. Aun con todo, el negocio turístico sigue cojo, no acaba de arrancar. En agosto, Redes llenará, como lo harán los establecimientos del alto Aller y Lena si el invierno trae nieve. La oferta museística adolece de un cierto desgaste e incluso de una práctica de autocompetencia. ¿Qué hace falta? Una buena promoción con respaldo público y una adecuada coordinación de la oferta a los visitantes para evitar duplicidades que malgasten esfuerzos. Mimbres hay de sobra, falta darle forma al cesto.