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A mi aire

Mala pata

Mejor dicho, muy mala pata, expresado un tanto coloquialmente. Es lo que tenemos en nuestro Valle, y básicamente en Langreo, donde todo lo negativo nos toca. Lo último viene dado a cuenta de los nubarrones sobre el archifamoso soterramiento, que nos vendieron como panacea, y que lleva camino de ser otro fiasco más. Diez años ya desde su inicio, con inversión millonaria, siendo este último la bonita cifra de diez millones y pico.

¿Ahora? Las previsiones son que hacen falta otros 16 para vías, catenarias y otras gaitas, comenzando a ocurrir lo clásico: que todo el mundo se llame andana.

En el inicio del todo las tres partes implicadas (Gobierno central, Principado, y Ayuntamiento) eran coincidentes en color, por lo cual vayan ustedes a saber el porqué no lo dejaron todo bien atado, para no llegar a la problemática actual. Llueve sobre mojado en esto de "la mala pata", pues ahí sigue el Stephen Hawking muerto de risa, el rosario de problemas para la inauguración del cuartel de la Guardia Civil, que a estas alturas aún andan a la greña para ver quien paga el IVA, o la demolición del antiguo, con sentencia judicial firme, pero veremos,

Las inversiones millonarias fallidas del tipo coge el dinero y corre, son amplias: Venturo XXI, Alas Aluminiun, la tocata y fuga de Duro Felguera a Gijón, con puente de plata del propio Principado, así como con la complicidad de los que su obligación sería defenderlo todo, pero su único interés radicaba en defender su estatus, aunque a algunos el tiro le salió por la culata.

En el momento actual parece que la previsión es que todo termine como el rosario de la aurora, con caldo de cultivo perfecto, dado que son tres Administraciones diferentes, y se irán pasando el "muertu" de una a otra tal y como nos tienen acostumbrados.

Pero como no hay mal que por bien no venga, algo se les ocurrirá, como simple ejemplo un nuevo chiringuito para los amiguetes, cual puede ser el aprovechar el soterramiento -que tiene condiciones optimas de frescor y humedad- para la cría del champiñón. Por supuesto que con las correspondientes ayudas oficiales, y la creación de una par de puestos de trabajo. Mala pata la de nosotros los langreanos.

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