Estamos inmersos en el mes vacacional por excelencia, y madre de todas las fiestas veraniegas al uso, aunque julio también tiene su cupo, se nota en el ambiente, con un tanto de "alegría" en cuanto a los que se van, aunque sea en jornadas más cortas.
Mientras tanto -los que de momento nos quedamos- podemos disfrutar de todo un entorno cercano sin los inconvenientes que a diario nos fastidian un tanto.
Puedes aparcar en sitios otrora impensables, terrazas disponibles a cualquier hora, evitar colas en cualquier lugar de compras diversas. Y en plano general una tranquilidad en los más variados aspectos, en contraposición al resto de año.
Pero como todo no va a ser un Arcadia feliz, también existen algunos inconvenientes, como puede ser encontrarnos establecimientos de diversos tipos cerrados por vacaciones, lo que resulta lógico y asumible, para disfrute de sus dueños , o empleados, no siendo tanto el de los bancos -Lada, entre otros- que puede ser discutible.
Peor resulta el cierre definitivo de sitios que han bajado la persiana definitivamente, y con pocos visos de reanudar su actividad, pues el tiempo transcurre, y su reapertura, o cambio de giro parece un tanto difícil, así como otros que con muchas ilusiones, y corta andadura, han tenido que cerrar, enterrando muchas ilusiones. Vacaciones obligadas.
Agosto está en plena efervescencia festiva en toda Asturias en multitud de lugares, tanto para los lugareños como para los foráneos que nos visitan. Por lo tanto a disfrutar a tope de todo lo que se pueda, y nos ofrecen los más recónditos lugares de nuestra geografía.
Eso sí, básicamente para los que vuelven de sabe Dios donde, y desprecian lo autóctono, tener pelín de cuidado cuando se te acercan a endilgarte las consabidas "películas" de su periodo vacacional.
Aunque al final, queda el "sustu" de septiembre, al comprobar los excesos a costa de la correspondiente tarjeta, seguramente el mes más problemático del año, pero ¡qué coño! Lo importante es que el disfrute vacacional haya cargado las pilas de todos, y que les quiten lo bailao, fieles a la máxima de "los problemas cuando vengan". Pura filosofía.
