La noticia de la imposición proveniente de Hacienda para que se clausure la empresa Emutsa llega en pleno mes de agosto y con el país sumido en la incertidumbre política. Y en ese contexto casi alevoso el PP y el Gobierno de Rajoy ponen en el disparadero a Mieres y su transporte público. Lamentablemente no es la primera vez que la situación de Emutsa inspira alguno de mis modestos artículos que tan amablemente LA NUEVA ESPAÑA tiene a bien publicar. Desde hace años la viabilidad de nuestros autobuses municipales es motivo de preocupación para los trabajadores que ven peligrar la continuidad de su empleo, para tantos vecinos que tememos que la desaparición de la empresa municipal se traduzca inevitablemente en recortes de líneas que perjudiquen nuestra calidad de vida y, por supuesto, es motivo de preocupación para quienes gobiernan el Ayuntamiento y tienen que dar respuesta a una situación que llega impuesta por legislación de ámbito estatal y amparada por una visión ideológica neoliberal que no asume ni contempla que Emutsa debe atenerse a criterios de sostenibilidad y rentabilidad social y no meramente económica. Por cierto, hago aquí el inciso de lo cruel y paradójico que sería que una concejal comunista que milita en el PCE tuviera el triste deber de firmar la liquidación definitiva de Emutsa.
Nuestro municipio, debido al descenso de población, no está obligado por ley a sostener el servicio de transportes y por consiguiente lo que ahora sucede guarda relación directa con la merma del empleo, el empobrecimiento del Ayuntamiento, la desindustrialización del Concejo, el abandono de los pueblos y el descenso general de población. Dichos factores -que no fueron abordados en su momento- generan situaciones como el continuo cierre de colegios, el recorte de diversos servicios públicos... y ahora el más que posible "cerrojazo" de Emutsa. Es de temer que en los próximos años asistiremos (falta por saber si impertérritos) a nuevos recortes, supresión de infraestructuras y en definitiva a la pérdida de estatus como concejo, como entidad territorial.
Lamentablemente, las distintas iniciativas (más o menos afortunadas) para paliar la deriva de Emutsa han venido chocando con una realidad insoslayable y es que el Gobierno Rajoy ha legislado para que las empresas públicas, las empresas municipales de cualquier índole, sean poco menos que sacrificadas en aras de los dioses del Mercado. En consecuencia, los argumentos de la rentabilidad social de Emutsa, de su necesidad para la zona rural y para una población ya anciana en muchos casos, no sirven frente a los argumentos de la eficiencia financiera. Esto sitúa a la empresa entre la espada y la pared.
Tan sencilla es la lógica del PP como que si arroja pérdidas entonces debe ser cerrada, clausurada, liquidada? pero si se privatiza, ¿dejará de dar pérdidas? Pues seguramente no, pero el PP está dispuesto a cubrir con el dinero de todas y todos las pérdidas del empresario privado. No así del Ayuntamiento. Otra opción es que una empresa privada opte por sanear la cuenta de resultados prescindiendo de aquellas rutas y servicios discrecionales que, sencillamente, no arrojen pingües beneficios.
En mi humilde opinión, lo que corresponde es que la sociedad de Mieres sepa cerrar filas y establecer un bloque en defensa de la continuidad de Emutsa uniendo a trabajadores, vecinos y Ayuntamiento junto a sindicatos, asociaciones y partidos ya que los autobuses municipales solo se salvarán si hay voluntad política y financiación para sostenerlos y ello conllevará, sin duda, un coste económico para la Administración -que somos todos-, y eso nos sitúa ante el eterno dilema consistente en si es lícito mantener un servicio público que no genere beneficios o que incluso genere abultadas pérdidas.
Considero que ahora nos corresponde a los mierenses expresar nuestra postura al respecto.
