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Gustavo Bueno, más allá de su filosofía

La controvertida figura de un hombre que no dejó indiferente a nadie

Ha muerto, don Gustavo Bueno, insigne pensador y hacedor del " materialismo filosófico", así como de una monumental obra en la que opina sobre lo divino y lo humano; para algunas personas fue un maestro y como tal lo veneran, otras lo siguen cual feligresía de una iglesia; pero como todo en esta vida, también tiene sus detractores.

No seré yo quien desde mi "docta" ignorancia discrepe o cuestione al Gustavo Bueno filósofo; tampoco seré un detractor de él y menos un feligrés. Nada de lo anterior se leerá en el presente artículo. Sin embargo, si me pondré en frente de tanto panegírico y tanta alabanza que se está vertiendo sobre el docto profesor. Lo haré, desde la libertad de opinión que él tanto reivindicaba cuando alguien intentaba enmendarle o discrepar de sus opiniones.

Gustavo Bueno. Más allá de su fallecimiento que es lo natural, morir; más allá de su sabiduría, que así era; más allá de su filosofía que algo de ella leí, y entendí lo suficiente para no ocuparme más de la misma; lo que no fue óbice para que me interesasen sus opiniones. Más allá de todo eso, digo, el fallecido profesor, se caracterizó, en mi opinión, por su oportunismo político, por sus insultos y descalificaciones, hacia la persona discrepante o hacia lo que él considerase "digno" de insulto. No hace falta poner ejemplos, la hemeroteca está lleno de ellos. Sin embargo, puede servir de modelo de la incontinencia verbal del ciudadano Bueno lo que dijo el día 13 de marzo de 2007 en el Foro Nueva Sociedad, en el madrileño hotel Ritz referidas a la necesidad de "derribar como sea" al actual presidente constitucional de este país. Palabras, a todas luces que rayan sino en "terrorismo verbal" sí en un cuasi fascismo.

Fue famoso su discurso a los mineros en el año 1991. Dijo, por aquel entonces, cosas muy importantes y de clara actualidad; claro que sí, con él se atrajo a la "rojería" del momento, a otros no los engañó. Desde aquella memorable actuación, nunca más dijo por su boca algo a favor de los mineros o del trabajo en general, nunca una entrevista en la que se le viese una preocupación social. Todo lo contrario. Era homófobo y antiabortista. Pidió, el no a la OTAN, para luego justificar las guerras y ridiculizar al movimiento pacifista. No obstante, fue, eso sí, un "patriota".

Su oportunismo político se caracterizó por su acercamiento primero a la izquierda, que posteriormente machacó en algunas intervenciones, y más tarde su posicionamiento en la derecha, siendo el "ideólogo" de gran parte de la misma; ello, le suscitó el favor del otrora alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo, al que comparó con los Médicis. Sobre su posicionamiento hacia la derecha es interesante la opinión del fallecido profesor Ramón Valdés del Toro, el cual estando, en su momento, cerca del pensamiento de Gustavo Bueno dijo posteriormente de él " Era un hombre del cual lo mejor que se puede decir es que no era de izquierdas. Era de derechas (...) Bueno fue un engaño".

Francisco Fernández Buey, filósofo español, profesor de Historia de las Ideas, de Historia de la Ciencia y de Filosofía Política en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Y marxista.

Dijo de Gustavo Bueno, en una entrevista de 2010, en México, a la pregunta "Parece ser que Gustavo Bueno tiene cierta influencia dentro y fuera de España. Tan sólo aquí, en México, uno de sus seguidores, Ismael Carballo Robledo, es asesor del jefe de Gobierno del Distrito Federal y a su vez presentador del programa de televisión "Plaza de Armas" (...) En el programa se promueve la imagen de Gustavo Bueno como defensor del materialismo histórico y representante del discurso crítico. Ante ello muchos mexicanos se preguntarán, ¿quién es Gustavo Bueno?

Respuesta, de Francisco Fernández Buey. " Gustavo Bueno es un metafísico, un filósofo de formación escolástica tomista, un filósofo aristotélico, un teólogo reaccionario que en los años sesenta del siglo pasado se relacionó con el Partido Comunista de España y se hizo marxista. (...) él abreva una teoría epistemológica que denomina del cierre categorial. La otra cara de Gustavo Bueno es su evolución hacia el conservadurismo, al instituir una fundación o secta (la Escuela de Oviedo) financiada por el Partido Popular, dígase la extrema derecha en España. (... ) Nadie que estudie filosofía contemporánea o que haya tenido que ver seriamente con el marxismo admitiría que Gustavo Bueno y la Escuela de Oviedo tengan nada, pero nada, que ver con el discurso marxista. Por el contrario, muchos están, estamos escandalizados con las cosas que actualmente escribe, viniendo de donde viene. (...) se puede ser inteligente, influyente, y al mismo tiempo ser un escolástico, un dogmático, un reaccionario como lo es Gustavo Bueno. Pero vaya usted a saber de qué manera se está introduciendo en México. Un consejo de amigo: si usted tiene oportunidad de huir de él, huya. No se lo piense dos veces".

Gustavo Bueno, tenía y tiene muchos seguidores, también "palmeros". No pongo en cuestión su pensamiento filosófico. Dicen, sus discípulos, que su pensamiento es "inmortal"; concepto, que me temo, cuestionaría el maestro, como buen materialista. En fin, D.E.P. Don Gustavo.

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