La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde la Meseta

Desatascador

La parálisis política acaba cansando a la gente

Pasa el tiempo. Pero mucho tiempo y seguimos atascados, ni para atrás ni para delante. Me refiero al atasco político o, mejor dicho, la obstrucción de los políticos. Los unos que quieren cargarse a los otros. Y estos últimos que no quieren resignarse a perder su puesto donde están. Bueno, algún otro permanece en silencio, quizá esperando mejor momento para atacar, pensando que un nutrido grupo de seguidores les apoye y obtengan mejor puesto en la Cámara Baja, porque se consideran gente sencilla, eso sí, de camisa blanca y sin corbata, que con el tiempo se van reformando y encuentran un sastre a la medida.

Hay atascadores que se consideran guapos de nacimiento, con buen estilo y mejor planta, que absorben a un nutrido grupo de votantes. La facilidad de palabra es lo suyo, como si fuesen de la Orden de Predicadores (Dominicos) y que una vez situados en su poltrona, no se apean ni para dormir (camarón que se duerme, le lleva la corriente).

Casi todos son académicos, dando clase y lecciones de cómo..., pero ninguno sabe desatascar la problemática ante un encerado en una clase genérica y llena de alumnos que esperan algo de su profesorado.

Ustedes y yo conocemos las diferentes clases de desatascadores, porque los hay que en cinco minutos dejarían limpia la tubería llena de porquería, como también los hay que eliminan los malos olores en breve. Así que echémosles una mano y empujemos esa decisión que tanta falta nos hace.

Pero hagámoslo enseguida, porque el tiempo se nos echa encima y esto ya no hay quien lo soporte. ¿Usted lo aguanta? Yo me estoy cansando y otras elecciones acaban con el más pintado.

Compartir el artículo

stats