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Desde mi Mieres del Camino

La recuperación del cementerio protestante

La destacada labor que realiza la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara para la rehabilitación del patrimonio del concejo

Tiempo hubo años atrás que paralela a la gran mole de Fábrica de Mieres discurría la carretera N-630 y justo enfrente, hacia la mitad del complejo fabril, aparecía un cementerio considerado protestante, que todo el mundo lo relacionaba con el complejo industrial. La razón, que entre las personas fallecidas que había recibido allí sepultura, destacaba la gran figura de Numa Guilhou, a quién se le puede considerar punto de arranque de "la Fabricona" que durante tantos años constituyó pieza esencial del movimiento socioeconómico de la comarca. Aunque creada en 1879 como sociedad anónima, sus bases tenían procedencia francesa a través de los Hermanos John Mandy bajo la denominación de "Minis Companys".

Lo cierto es que el tiempo fue marcando sentencia. La factoría siderometalúrgica desapareció del mapa, las comunicaciones cambiaron pasando la primera vía interregional al lado contrario convertida de autopista y el pequeño cementerio ubicado en un terrenos descendente a los pies del pueblo de La Rebollada, fue, poco a poco borrándose de la mirada de los pocos usuarios de la antigua N-630, convertida ya en simple acceso hacia Cardeo, Baíña, Loredo, eso si, con acceso hacia la A- 66 y el polígono que lleva el nombre de la localidad de Baíña. En definitiva, que una buena parte de la población mierense, la que corresponde a las nuevas generaciones, fue olvidando que allí había una especie de pequeño camposanto bautizado por otra religión distinta a la católica, oculta, que no desaparecida, por los matorrales, la maleza y hasta pequeños árboles que la disimulaban por completo.

Es indudable que su existencia tenía algo que ver con la historia mierense de los últimos ciento cincuenta años. Y sus pequeños misterios, que los tenía y hasta un tanto sorprendentes, quedan ahora al descubierto, merced a la acción, trabajo, esfuerzo, tesón y disposición generosa de los componentes del grupo arqueológico de la Asociación Cultural y Minera "Santa Bárbara". Y es que merced a su trabajo, no solamente ha quedado el descubierto el detalle material de toda su configuración, sino también diversos aspectos que la definen con todo el sentido de la realidad.

Porque, llega el momento de desvelar detalles, el cementerio protestante al pie de la antigua N-630, efectivamente tenía relación con Fábrica de Mieres, aunque solo fuese por la circunstancia de ser descanso eterno de los restos de su fundador Numa Guilhou y de su padre Santiago. Ambas tumbas situadas a la altura de la escalera central. No fue ese el fin de su creación, ya que como cuestión identificadora, se había levantado con anterioridad. Concretamente en 1843, a la par que la apertura de una pequeña mina de montaña, en el mismo lugar, con la denominación de "Cantu La Escrita". Y aquí viene el detalle más sorprendente, puesto que el camposanto se creó para responder a una necesidad y exigencia de la comunidad protestante existente en diversos puntos de Asturias, ya que en las confluencias y parroquias católicas se negaban a dar sepultura en sus cementerios a los protestantes. Parece poco creíble pero cierto. El primer enterramiento que se produjo en el nuevo cementerio fue el de Isabel Pool, escocesa, esposa del fundador de la Fábrica de Trubia. Los actuales descendientes de este matrimonio desconocía tal circunstancia de tal forma que, algunos de ellos, habitantes en el País Vasco, visitarán, entre próximo tres de septiembre, el cementerio y la sepultura, puesto que existe una placa identificadora.

Y toda esta panorámica, más otros muchos detalles que aún quedan por señalar, fue posible merced al trabajo del grupo arqueológico de "Santa Bárbara", formado, en este caso, por Rolando, Ángel, Gumersindo, José Luis, Soto y varios miembros más de la junta directiva, como colaboradores, siempre bajo el asesoramiento y control del presidente de la Asociación Felipe Burón, que no solo se encargaron de la limpieza total del complejo sino que repusieron y eliminaron una serie de deficiencias que se había producido por arte del tiempo transcurrido y los elementos naturales que ejercieron una influencia en el conjunto, como la reposición de cadenas que circundaban todo el recinto mortuorio, levantamiento de muros y descubrimiento del seto de boj que en plan decorativo formaba parte del monumento. Como es lógico se desprende que el Ayuntamiento de Mieres aportará una subvención económica puesto que se produjeron determinados gastos y también es posible se cuente con una aportación del Marqués de Villaviciosa, Menéndez Pidal, teniendo en cuenta que alguno de sus antepasados debe encontrarse entre los restos de los que recibieron sepultura en el cementerio protestante.

Es claramente encomiable la labor que viene desarrollando la Asociación "Santa Bárbara" y muy concretamente su grupo de arqueología en otros frentes de la panorámica de Mieres, concretando, en este sentido, el valle de Turón, donde también sentaron santo y seña en los restos del Pozo Santa Bárbara y también en el cargadero de San Víctor, destacando la rehabilitación de edificios en la primera de las explotaciones que estaban en unas condiciones lamentables, quedando ahora, a la vista exterior, en un aspecto presentable, aunque con el hándicap de que en los interiores no existen motivos para "explotar" lo que se podrían considerar como un medio más de cara al turismo industrial, tal como ocurre en la otra cuenca de la zona central de Asturias. Para la realización de estos proyectos contaron con la colaboración municipal con materiales y maquinaria.

Precisamente los animosos componentes del grupo arqueológico no desechan la posibilidad de establecer los hilos oportunos para que Mieres tenga también su tren minero turístico. De hecho existe un proyecto confeccionado por Javier Fernández, mierense y director del Museo del Ferrocarril en Gijón, que habla de establecer conexión entre el pozo San José de Hunosa en Turón y la villa de Mieres que, como sería lógico, habría de contar con el apoyo económico del Principado. De hecho hubo una promesa bastante alentadora por parte de Jefatura de Minas, dependiente de la Consejería de Industria. Por cierto que desde dicha Jefatura los miembros de "Santa Bárbara" están recibiendo un trato elogiable en cuanto al necesario asesoramiento y demás, en temas mineros. Lo del soporte económico para tan ambicioso tren es otro cantar, puesto que dependen directamente de la mencionada Consejería y ya sabemos como se encuentran actualmente las cuestiones económicas en los "fondos" del Principado. En cuanto a Hunosa poco se puede esperar. De hecho, según comenta Rolando Diez, les fue negada una vagoneta para ubicarla en la bocamina de "Cantu La Escrita".

De todas formas el grupo de Arqueología Industria de "Santa Bárbara" no limita su quehacer constante a la investigación y al trabajo material de recuperación de elementos identificadores de la labor minera. Año tras años, de unos cuantos a esta parte, también se encuentra, entre sus programa, la acción difusora de realidades y constancias de la situación en esta cuenca del Caudal. Y lo plasman en unas jornadas expositivas y conferencias sobre arqueología industrial que tienen pleno reflejo en las instalaciones de la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta" de Mieres.

Dentro de pocas fechas, concretamente el día 2 del próximo mes, tendrá lugar el acto inaugural de esta importante recuperación del pasado mierense, con presencia de autoridades, otras representaciones y lo que será más significativo, la asistencia de descendientes de algunos de los allí enterrados.

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