Desde 400 y pico kilómetros, hoy leo en LA NUEVA ESPAÑA lo que opina Javier Tato, antiguo presidente de "Santiago", bien en su defensa o significando una realidad, de la que fue expulsado y, como consecuencia, Sama se quedo oficialmente sin fiestas. Triste realidad la de una persona que trabajó sin descanso y de la que tengo buen recuerdo. Pero, por lo que resultó, sus números no fueron ideales y esa voluntad dio al traste. Ahora Javier trata de defenderse, afirmando que aquellos resultados no son exactos. De cualquier forma, aquellas cifras y estas otras siguen siendo grandes, diría que enormes y no hay, de momento, claro, persona que las arregle, salvo un milagro del propio "Santiago".
Así que hoy miro también hacia arriba, a una Virgen del Carbayu y a su celebración del día de ayer, ya organizando unas sanas fiestas para todo un valle festejando a su Patrona. Quiero ver desde aquí, desde mi atalaya castellana, ese llenazo de gente. Unos suben ya desde que comenzó la novena, otros solo el día 8, andando los más fuertes físicamente, otros muchos en coche aunque terminan dejándolo en "casa Rita" porque no hay sitio para aparcar, los hay que aprovechan los autobuses que suele haber más abundantes esos días.
Ánimo para los de abajo, aunque hasta "Santiago" quedan unos meses, pero quizá se arreglen sus desastres económicos, y fuerza, pero que mucha fuerza para los de arriba, para que El Carbayu siga pitando y sonando desde la montaña y su Virgen bendiciendo su esfuerzo.
