La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Puestos en faena

La necesidad de buscar soluciones a los problemas cotidianos que sufre el municipio mierense

Lo dicho. Puestos manos a la obra, tras el lapsus veraniego, llega el toque de trompeta en busca de soluciones que se han puesto en mayor evidencia como consecuencia de la actual sequía de un estío como muchos no habían visto hasta ahora. Y si no que se lo digan a los vecinos cercanos al llamado popularmente aparcamiento de Oñón o a quienes, de una forma u otra, suele transitar por esos parajes cercanos a la parcela que, pese a quien pese, se inscribe en plena zona urbana.

Y vamos con el problema. Resulta que, ante la ausencia prácticamente total de lluvia, es decir, de agua, en ocasiones determinadas se levanta tal polvareda con motivo del tránsito de vehículos que, a vista de una distancia determinada parece una especie de incendio y lo que es más grave, impide respirar con normalidad. No creo que la solución, a base de elementos regeneradores del piso, sea muy costosa.

Cambio de escenario, hacia el paseo fluvial del Caudal. Se supone que con motivo del "calentón" veraniego, las raíces de la arboleda que acompañan esta zona de paseo y ejercicio físico han asomado de tal manera que constituyen un serio obstáculo para caminar. No faltó ya el suceso de cierta señora que, tras el tropezón y la caída, presentaba serias secuelas en el rostro hasta la fractura de la nariz. ¿Su destino? Las "urgencias" del Alvarez Buylla. El asunto merece una reflexión urgente y una respuesta más rápida aún.

De pasos y puentes va el asunto. Diríjase usted al antiguo puente de La Perra, por el paso superior sobre el ferrocarril de Feve, desde la calle Manuel Llaneza, y olvídese de cogerse a las barandillas del andamiaje de hormigón prefabricado, porque correrá el peligro de dar con sus huesos en destino no deseado por la podredumbre del sostén metálico. Luego se encontrará con maleza suficiente para pasarlas canutas. Y, por último, si salva los dos anteriores obstáculos, póngase una careta antigás capaz de librarla del conjunto de olores nauseabundos que surgen de auténticos focos de excrementos y otros residuos desechables. Con estos tres problemas ya se puede iniciar la temporada activa en plan de denuncia vecinal. En nombre de la Tertulia "por el camino", ojo pues, ¡al dato!

La propuesta: Que sí, que el asunto es para considerarlo como positivo. De un tiempo corto a esta parte, los puestos de venta de libros usados o de liquidación de establecimientos que cierran, se han incrementado el el mercadillo dominical de la Plaza del Mercado de Mieres. ¿Acaso no quiere decir que suenan interesantes clarines de inquietud cultural por la lectura, lejos de las nuevas tendencias de la redes sociales? Albricias?

La crítica: Bueno, pues nada, que de lo dicho, ni hablar. Entre el puente que salva el río San Juan y los fondos de la calle Oñón, casí a la altura del templo parroquial católico, y la famosa caseta -cuyo tratamiento municioso merece próxima y amplia atención- sigue creciendo la maleza y los arbustos que ya apuntan a las aceras. La evidencia no necesita gafas.

Compartir el artículo

stats