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El "botellón" en el parque Jovellanos

La necesidad de pintar los pasos de peatones

Está visto que, contra las tendencias actuales de juvenil diversión, no se salva casi nadie y hasta peligra el lucero del alba. Con el mayor de los respetos para la juventud actual -que uno también lo fue en su día- no es de recibo que una zona de expansión comunitaria, como es el parque denominado "Jardines Jovellanos" -casi se podrían decir que la única parcela con dimensiones suficientes y medios lícitos para el recreo y el solaz ciudadano, incluyendo a la grey infantil- se vea afectada por el desequilibrio que puede ocurrir con el desarrollo de ese fenómeno actual que responde al sustantivo de "botellón".

Bien está que los jóvenes busquen lugares de expansión para sus formas de divertimiento al estilo actual que, dicho sea a tiempo, incluye la ingesta de bebidas alcohólicas, pese a la prohibición de hacerlo a los minores de edad en establecimientos de hostelería. Pero de eso a presentar una estampa anacrónica de desorden con perjuicio para terceras partes media un abismo.

El otro día titulares de establecimientos hosteleros me exponían su indignación con el firme propósito de presentar una denuncia ante las fuerzas del orden público, dado que los locales que regentan, en la calle Aller, habían recibido determinadas "caricias" como consecuencia de la cita del último "botellón". Y pese a la reacia tendencia de algunos de denunciar el hecho ante la Policía, hay quien está decidido puesto que, si no existía denuncia pública, el seguro del establecimiento y otros soportes de protección no iban a responder, tal como marca la norma establecida actualmente.

Señores del Ayuntamiento y demás fuerzas de gestión pública. Es indispensable responder a este problema con serio compromiso y a la vez presentando alternativas que -lo dicho y ojo ¡al dato!- nuestra juventud ha de tener lugares de expansión adecuados, sin que ello suponga una agresión al resto de la ciudadanía que, por las circunstancias que concurren, pueden verse inmersos en la problemática. Figúrense ustedes que siguen los "botellones" con la habitual ruptura de vasos y otras martingalas, y luego los peques se ponen con sus juegos. ¿Consecuencias? No deseo ni pensarlo...

La propuesta: Una vez más aplausos sinceros para la organización del Mercáu Astur de Cenera, que este próximo fin de semana se celebrará en la principal población del idílico valle. Lo que un día fue feliz idea de la Asociación "Por un Cenera Mejor" y más tarde asumido por el Ayuntamiento, hoy es un referente en Asturias. Por cierto que, un año más, el valle se quedó sin el título de "Pueblo Ejemplar". ¿Por qué será?

La crítica: De pequeños detalles está la vida cotidiana de los pueblo con el cesto lleno. Se observa cierta dejadez en el correcto pintado de franjas en algunos pasos de peatones del casco urbano, precisamente de los más concurridos. Hombre, si no toca ya la revisión, debe faltar muy poco. Y siempre hay algún conductor despistadillo por ahí...

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