¿Se acuerdan de las bolsas de papel? Yo tampoco. Hace un tiempo, no mucho, se entabló la disputa de abandonar las bolsas de plástico en las tiendas y, a cambio, comenzar a usar las de papel, como hacen los norteamericanos que vemos en las películas. Se habló muy en serio el abandonar el plástico, perjudicial e imperecedero y, entonces, ¿qué pasó con ello? Pues que no sólo se sigue usando, sino que incluso se cobra.
Efectivamente hay personas que llevan de casa una bolsa de plástico y de esa forma la van utilizando infinidad de veces hasta que se rompe y termina en la basura. Pero la bolsa de papel en muy pocas partes nos la ofrecen, ni pagando. Por una bolsa pequeña de plástico nos hacen pagar dos céntimos y por una algo mayor hasta cinco. Pero de dicha materia no nos despegamos.
Nos contaban, entonces, que el plástico iba a parar al mar, a los ríos, y los peces se lo podían comer con lo cual morían de tal indigestión. También nos hablaron que susodicho plástico tardaba en deshacerse no sé cuántos años, por ser materia..., no recuerdo si orgánica o inorgánica, pero que fardaba una burrada de años en destruirse.
La cosa es que han pasado no sé cuántos años y no aparecieron las bolsas de papel, sino que pagamos las de plástico que antes eran gratuitas y nos servían para la basura.
Vamos mejorando con el tiempo, pero al revés.
