Esa expresión tan asturiana de "yes mundial" no parece aplicable al exministro de Industria, ni por su trayectoria en el Gobierno, ni por las mentiras sobre sus empresas familiares en Panamá que le obligaron a dimitir, ni por su posterior intento respaldado por Rajoy de aspirar a la dirección del Banco Mundial con un gran sueldo. Su paso por el Ministerio de Industria no consiguió, quizá ni lo pretendiese, rebajar los elevados precios de la energía eléctrica a la que deben hacer frente los ciudadanos. Tampoco resolvió el grave problema de la tarifa a los grandes consumidores industriales que pone en peligro la supervivencia de gigantes empresariales con importante empleo. Y negó la eutanasia a la minería española, con fecha de fallecimiento ya grabada en la esquela, pero que aceleró con su política de dejadez. Además, ahora se descubre que fue él quien envió el plan de cierre a Bruselas. No, Soria no ye mundial.
