La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A mi aire

Torpezas diferentes

Comentaba en mi anterior opinión, que este mes de septiembre venía "calentito". Se han consumido una decena de días y la ebullición casi hace rebosar la pota. Parece inconcebible que se pueda tener tanta torpeza como la demostrada por los responsables populares. Que no sólo han dado munición a sus adversarios, sino que a la par han conseguido enervar a sus afiliados y simpatizantes, e incluso a algún que otro dirigente con mando en plaza. Rebobinar ahora poco soluciona, salvo dejar constancia de que no se pueden hacer peor las cosas.

Los ciudadanos se preguntan ¿en manos de quién estamos? Cansados de puertas giratorias y que los partidos busquen acomodo, por supuesto muy bien pagado, a todos los que han sido compañeros o correligionarios suyos. En este caso no existen excepciones, aunque sean chirriantes, pero les da todo igual.

Ni ética, ni estética, ni -con perdón- hosties en vinagre, ni les preocupa que España esté inmersa desde el pasado 20-D en la tomadura de pelo para que ni a tiros consigan ponerse de acuerdo para formar gobierno. Lo primordial resulta dejar todo atado y bien atado para el porvenir de todos ellos.

Ya metidos en torpezas, otra puede ser, aunque sin comparación con la anterior, la de conocido personaje del fútbol que habló con el corazón, dejando la cabeza a un lado. Pero aunque haya sido un error decir lo que uno piensa en un mundo en el que se nada entre fango puñaladas traperas, y prima la falsedad, expreso todos mis respetos hacia su persona. Cuando menos ha sido sincero y no se anduvo con frases hechas ni con los tapujos habituales que rodean un mundo cada vez más mercantilizado y preñado de falsedades.

La torpeza de muy gordo calibre, amén de imperdonable, es la del PP con Soria, que seguramente no tardarán en repetir, y totalmente venial la del "futbolero" Marcelino García Toral, al que casi cabe felicitar por su actitud.

Compartir el artículo

stats