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Dando la lata

Aforo completo

La tertulia del contenedor ya está prácticamente al completo. Sólo nos falta un componente, que veranea en Luanco. Al parecer, ha sido tal el llenazo que aparcó el coche en la calle a finales de julio y no ha sido capaz de moverlo hasta ahora. Y, claro, se quedó sin batería. Es más, nos envió un mensaje en el que relata su experiencia y, la verdad, espeluzna. Con decirles que en Luanco, en pleno agosto, los mierenses no fueron mayoría, les digo todo. Ha sido tal la afluencia de forasteros que se ha llegado a dar el caso de gente de Mieres que no se encontró con otra gente de Mieres en todo el mes. Las hordas de madrileños, castellanos y andaluces que huían de los implacables calores estivales dejaron a los mierenses en franca minoría. Incluso se sabe de una familia del polígono que aún espera que le sirvan la paella de marisco que encargaron el día de la Virgen. Porque el pasado agosto no cabía un alfiler en Asturias. Y, además, acompañó el tiempo. Cómo habrá sido que se conoce de veraneantes en Llanes que se han bronceado. Algo insólito. Hasta el punto que la OMS se está planteando sacar a Llanes del listado de enclaves libres de peligro por radiación solar, que venía compartiendo con las cuevas del Altamira y el metro de Moscú.

Pero, en fin, que vayas a Luanco y que en los treinta y un días de agosto no te cruces con nadie de Mieres, como que debe de ser aterrador. De hecho, el fundamento del veraneo luanquín es mantener el contacto con la misma gente que tratas el resto del año. Los vecinos del tercero siguen siendo los mismos pero con indumentaria playera.

Es lo que tiene el exitazo asturiano como destino turístico estival, al menos este año: para parroquianos y habituales se hace incómodo, todo hasta la bandera, hacinamiento en las playas y hostelería desbordada. Ni tomar un vino tranquilo se puede. Por eso, hay que pensárselo mucho antes de lanzarse a las procelosas aguas del aforo completo por vacaciones. Que nos conocemos, que luego nos ponemos repunantes si tardan cinco minutos más en servirnos el culín de sidra. Miren a ver.

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